49 | DEVUELVEME LO QUE ERA MIO

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𝗣𝗢𝗩 𝗧𝗢𝗠 𝗞𝗔𝗨𝗟𝗜𝗧𝗭

--- Date prisa…. --- Le susurré a Violet mientras subíamos corriendo las escaleras del edificio para llegar al piso correcto.

La policía estaba por todas partes, incluso parecía que estaban cazando animales fugitivos por la ciudad. Todo era un completo caos y estábamos todos esparcidos por la ciudad. Deberíamos preocuparnos por salir de aquí y abortar este plan, pero no podemos esperar más y tenemos que llegar a Aston antes de que llegue Elizabeth.

Violet y yo seguíamos juntos, siempre tapando su brillante vestido verde que llamaba más la atención de lo habitual.

Llegamos a una puerta donde ella me miró sin decir nada y luego tocó. No puedo decir que no estoy nervioso, con todos detrás de mí persiguiéndome como si fuera una maldita presa. Me querían muerto e incluso me acusaron de ser Hel, lo que sinceramente me irritó. Nadie estaba preocupado por perseguir a la gemela Arvin que escapó de la cárcel o por la desaparición de Lakel. Sólo me querían muerto o tras las rejas.

No los juzgo, yo también quisiera hacerlo.

--- Hola. --- La mujer abrió la puerta mirando a Violet con expresión confusa, MUY confundida. --- Tú....

--- Dame el bebe. --- Dijo la rubia en tono de autoridad.

--- El bebé no es tuyo. --- La chica retrocedió queriendo cerrar la puerta.

--- No es tuyo. --- Murmuró Violet y puse mi pie frente a la puerta evitando que se cerrara.

Le di un puñetazo a la mujer empujándola hacia atrás, Violet se paró frente a mí, persiguiendo a Aston mientras la mujer se levantaba del suelo. Analicé todo a mi alrededor, escuché pasos, o mejor dicho, alguien corriendo detrás de Violet y me di cuenta de que era obvio que estaba armada. Los siguió a los dos, escuchando ya el ruido de objetos cayendo al suelo. Terminé en una habitación donde agarraban a Arvin por el cabello mientras intentaba llegar al bebé.

--- ¡TOM! --- Violet gritó llamándome mientras intentaba llegar hasta ellos, pero fue agarrada por el cabello y arrojada al suelo agresivamente.

--- ¡¿QUÉ MIERDA?! --- Dije confundido mirando hacia arriba viendo a un chico todo tatuado y musculoso.

--- Que empiece la pelea, flaco. --- Se burló con su voz profunda.

Él era dos de mí en términos de cuerpo, sólo mis muslos eran su brazo. Que jodido.

El hombre me agarró como a un saco de papas y me volvió a tirar contra la pared, intenté volver a la realidad con el golpe en la cabeza pero nuevamente me agarró y me tiró a la cocina. Sentí mi espalda chocar contra una vitrina rompiéndola en mil pedazos, los fragmentos cayeron encima de mí y ni siquiera me di cuenta.

Pensé en algo más que levantarme. El humano gigante corría por la cocina detrás de mí como un rinoceronte. Me tiré al suelo escuchando el estruendo del puñetazo que lanzó para golpearme, pero fui más rápido.

Intenté alcanzar mi arma que estaba en el suelo y la estiré, pero me agarraron del pie y me arrastraron hacia atrás.

--- ¡MIERDA, MIERDA, MIERDA! --- Maldije, volteándome hacia él y le di una patada en la cara.

Él retrocedió tambaleándose tapándose la nariz con la mano y rápidamente me levanté yendo tras mi arma que fue pateada por Violet, miré a la rubia que luchaba por zafarse del agarre de la mujer que insistía en agarrar su cabello. Los gritos de Aston resonaron por todo el apartamento mientras la escena parecía un ring de lucha libre.

Sentí un golpe en la cara y caí al suelo nuevamente. Vamos Tom, ¿te has debilitado tanto?

Esperaba mucho más cuando me dijeron que tal vez el infierno tocaría a mi puerta. El grandulón se burló mientras yo me levantaba por tercera vez, frotándome la nariz, que empezó a sangrar.

--- Créame, Hel es mucho más delicado que yo. --- Sonreí con picardía, viendo a Violet finalmente liberarse del cabello tirando y pateando a la mujer hacia atrás.

Respiré hondo, apreté los puños y vi al hombre correr hacia mí de nuevo. De vuelta a los viejos tiempos, Tom Kaulitz.

Esquivé el posible golpe que quería darme y derribarme, golpeó su mano contra la pared de madera, haciendo un agujero. Lo miré con una sonrisa impresionada, los intentos de sacar sus puños del agujero que había hecho fueron divertidos. Envolví mi brazo alrededor del suyo y lo torcí hacia arriba haciéndolo retroceder, lo pateé con todas mis fuerzas para derribarlo y cayó.

Me subí encima de él, sosteniendo sus piernas mientras comenzaba a lanzarle golpes en la cara, a pesar de que mis golpes no eran nada comparados con los suyos y sus piercings lastimaban mis puños. Pero seguí golpeándolo. Hasta que me agarró la mano y me tiró a un lado, rodando encima de mí, me quedé sin aliento con su peso y comencé a sentir golpes en mi cara.

--- ¿Cuánto pagará la policía por tu cabeza? --- Dijo, deteniéndose para reírse en mi cara y luego volviendo a lastimarme la cara.

Escuché un disparo mientras el llanto de Aston se hacía cada vez más fuerte. El sabor de la sangre en mi boca me hizo recordar por qué estoy aquí, mi nariz goteaba sangre y mi visión se oscurecía lentamente. Hasta que el grandulón cayó de una patada y un salto justo en medio de su frente.

--- ¿Estás bien? --- Violet se inclinó tratando de ayudarme a levantarme.

--- Yo… --- Antes de terminar de hablar, la rubia rodó por el suelo haciendo que mis ojos se agrandaran. --- Qué diablos... --- murmuré, levantándome con aburrimiento en mis ojos.

--- Está por aquí, Kaulitz. --- Me miró con picardía y miró a Violet.

Sus pasos pesados ​​y largos se dirigieron hacia ella, pateó el arma que previamente había sido utilizada para matar a la mujer que la sostenía y la arrojó hacia mí. Rápidamente lo recogí y lo lancé al hombro del hombre quien cayó de rodillas, cubriendo la herida que le causé, le di una sonrisa victoriosa y caminé hacia él disparándole una vez más en el pie para que cayera completamente al suelo. Me acerqué y me detuve a su lado, viéndolo cerrar y abrir los ojos con dolor.

--- Puedes pelear conmigo....--- Me agaché a su lado. --- Pero nunca... nunca... te acerques a mi esposa. --- Miré a Violet quien sonrió y apretó el gatillo terminando mi trabajo.

--- Tomemos Aston y salgamos de aquí. --- Habló mientras caminaba hacia la habitación donde estaba el bebé.

𝗣𝗢𝗩 𝗚𝗨𝗦𝗧𝗔𝗩

--- Tom... ¡¿TOM?! --- Intenté llamar a Kaulitz mientras Georg caminaba de un lado a otro.

La radio del auto chirrió y no recibí respuesta. Se oían las sirenas de los vehículos que pasaban por la carretera y los helicópteros detrás de nosotros. Georg y yo nos escondimos en el bosque y dejamos el camión lejos de nosotros. Bill y Scarlet ya no estaban en la ciudad pero aún pudimos hablar con él. Sin embargo, Violet y Tom ya llevaban allí una hora sin mostrar ningún signo.

--- ¿No los han encontrado? --- Georg se mordió los dedos con nerviosismo

--- Los vehículos ya se habrían reducido. --- Conteste.

--- Pero que s-

--- ¡LO HE LOGRADO! --- grité al recibir una señal. --- ¿Hola Tom?

--- No es Tom, soy yo, Héctor. --- Una voz hizo eco.

--- ¿Héctor? ¿Cómo lograste comunicarte con la gente?

--- Tom se puso en contacto conmigo. Te daré un lugar a seguir para que podamos terminar con esto pronto. ---- Él respondió y yo miré a Georg sin entender. --- Ya hablé con los Kaulitz, lo único que queda eres tú.

--- Bien, danos la ubicación.

Corrimos por el bosque para llegar hasta donde habíamos dejado el camión y resolver este asunto de una vez por todas.

ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora