ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz.

43 | ANTI-HÉROE

--- Escuché que corriste con Skylline. --- Gustav abrazó fuertemente a Violet. --- ¡Dije que la cuidaras, Tom!

--- Tu hermana es terca. --- Respondí, tomando una cerveza del refrigerador.

--- Me dijo que no fuera, pero tenía que hacerlo, sólo así nos ayudaría. --- Dijo la rubia alejándose de su hermano.

--- Bueno, al menos no moriste. --- Escuchamos la voz de Bill, miramos hacia la puerta de la cocina y allí estaba él, apoyado en Georg con dificultad para caminar.

--- ¡Qué carajo! --- Dejé caer mi cerveza sobre la mesa y corrí a su lado, ayudándolo a caminar. --- ¡Maldita sea, Georg! Te dije que no lo dejaras levantarse.

--- Me amenazó con una aguja. --- Él respondió.

Bill caminaba con dificultad, y era bueno que en esos momentos fuera más grande que yo, porque odio cargar gente pequeña. El gemelo se inclinó junto a Violet con una sonrisa en su rostro, parecía orgulloso de saber que Arvin se había topado con uno de sus mayores enemigos, y más aún, la había vencido.

--- Estoy orgulloso de ti. --- Bill dijo. --- Estoy jodido, pero al menos tú ganaste en lugar de mí.

Ella le sonrió y él le sonrió. Gustav y Georg me miraron fijamente mientras yo tomaba un sorbo de mi cerveza.

Gustav y yo ya hemos hablado con algunos chicos, ellos ayudarán, lo único que falta es Héctor. Georg rompió el pesado ambiente que se había formado.

--- Vamos a hablar los cuatro con él. --- Lo completé.

--- Cinco. --- Bill continuó.

--- Bill...

--- No, Tom, no puedes mantenerme encerrado, iré y lo haré. --- Dijo interrumpiéndome, solo acepté, no queriendo estresarme.

--- ¿Y dónde será? --- Preguntó Violet.

--- Es como la fiesta a la que fuiste hoy, sólo que más grande. --- Gustav le respondió.

Mientras seguían discutiendo sobre cómo íbamos a actuar, salvé mis oídos y mi dolor de cabeza y salí. Me senté en las escaleras a la entrada de la mansión Arvins, encendí mi cigarrillo y dejé la cerveza a mi lado mientras miraba el cielo estrellado. Estaba agotado de toda esta mierda, ya no tenía ganas de invadir, ni de ir a discotecas ni asistir a las peleas y espectáculos de fenómenos que solía hacer.

Literalmente pasé de tener un tono malo a un tono desgastado. Con solo saber que la mitad del mundo me busca y la otra mitad quiere matarme, me siento más tranquilo. Sólo así tendré una excusa para deshacerme de todo esto, porque eso es lo que más quieren, y no temo a la muerte ni a la cárcel. Deshacerse de todo esto ya es bueno.

--- ¿Puedo sentarme aquí? --- Escuché la voz de Violet.

--- Mjm. --- Murmuré sin mirarla.

Ella se sentó a mi lado y miró hacia arriba como yo. No tocamos el tema de la carrera, es decir... el beso. La besé por impulso, pero no puedo decir que fuera algo malo. Siempre he temido a Violet, ya sea cuando llegó o incluso ahora, debido a que es mil veces más fuerte que yo. Cuando la vi por primera vez en prisión supe que quería matarme y lo que más me intrigó fue que a medida que pasaban los días, sus ganas de matarme también pasaban.

Violet es el tipo de mujer que te lastima y te sientes herido.

Este amor no está bien y nunca avanzará. Un asesino como yo nunca podrá tener una vida perfecta y su hermana tampoco lo aceptaría. No consideraré tener una vida con Violet, porque vivimos en mundos totalmente diferentes.