34 | LANZAR PIEDRAS 1

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𝗩𝗜𝗢𝗟𝗘𝗧 𝗔𝗥𝗩𝗜𝗡

2003

Mis pasos fueron rápidos. En realidad no podría decir que estoy caminando, estoy corriendo. Casi sin aliento, para tener trece años soporté mucho. La lluvia me nubló la visión y no me arriesgué a mirar atrás. Sólo podía escuchar a las otras chicas corriendo detrás de mí, haciéndome desesperar. Justo hoy cuando ni siquiera Scarlet y Elizabeth están conmigo.

Me armé de valor y volteé para ver que una chica pelirroja ya me estaba alcanzando, me miraba con una mirada aterradora, estirando su brazo para alcanzarme. Me empujaron el hombro y tropecé con mis propias piernas, cayendo al suelo, el barro voló hacia mi cara, ensuciándome al mismo tiempo. Mi cabello goteaba, mis pulmones ardían y mi visión era casi oscura.

--- ¿Adónde crees que ibas, Arvin? --- Dijo una chica presionando mi cara contra el barro con su pie.

El miedo corría por mis venas, mis manos temblaban de repente y estaba desesperada. Nunca había estado en una situación como ésta sin mis hermanas. Y ya me habían dado tres puñetazos en la cara.

--- Aún no hemos terminado. --- Dijo la otra quitando su pie de mi cabeza y girándome para mirarla a los ojos.
--- ¿Dónde está Elizabeth?

--- ¡Déjame en paz! --- Intenté luchar, pero ella simplemente me empujó contra el suelo y me golpeó la cabeza.

--- ¡DÓNDE ESTÁ ELIZABETH! --- Grito contra mi cara.

--- ¡NO LO SÉ! --- Le grité con lágrimas saliendo de mis ojos como cascadas y mezclándose con el agua de lluvia que caía.

--- ¿DONDE ESTA ELLA? --- Volvió a golpearme la cabeza contra el suelo.
--- ¡DIME! --- Me golpeó una y otra vez de nuevo.

Mis ojos se cerraron lentamente y me suavicé en sus brazos. Ella también me dejó ir cuando se dio cuenta de lo que había hecho. Sentí que la sangre corría por mi nuca y estaba segura de que iba a morir. Incliné la cabeza hacia un lado viendo un auto negro estacionado no muy lejos, había una persona adentro. Suspiré profundamente, dirigiendo mi atención a las chicas que se miraban desesperadamente.

Abrí los ojos por completo y me miraron fijamente, contuve la respiración y fingí estar muerta allí mismo. La pelirroja se acercó, inclinándose a mi lado y colocando su mano frente a mi nariz.

--- Ella... ella está muerta... --- Murmuró.

Simplemente se reunieron en círculo para saber qué iban a hacer conmigo. Fue en ese momento que extendí la mano, recogí mis materiales que habían caído al suelo, tomé un lápiz y me levanté, sosteniéndolo con fuerza.

--- ¡EY! --- Grité, llamando su atención y corrí hacia la pelirroja, poniendo mi lápiz en su ojo izquierdo.

La sangre corría, ella gritaba, todos gritaban y yo salí corriendo con dolor de cabeza. Pero me detuve cuando ese mismo auto negro se detuvo frente a mí y abrió la puerta.

--- Eres la mas fuerte. --- Dijo Rose, la mujer que siempre venía a visitarnos con una sonrisa en los labios.

(...)

Bajé corriendo las escaleras a través de nuestra casa mientras buscaba mi abrigo. Entré a la habitación de Scarlet mirando su guardarropa y a ella ni siquiera le importó, estaba concentrada en sus estudios ya que solo estábamos en tercer año de secundaria. No encontré mi abrigo y fui a la sala, que tampoco tenía nada. Escuché los pasos de Scarlet saliendo de la casa poco después.

Impaciente, entré a la habitación de Elizabeth viendo que ella no estaba allí. Su habitación está toda desordenada, ropa tirada por el suelo, latas de refresco, cuadernos tirados por el suelo. Una pocilga tremenda. Abrí su armario tratando de conseguir algo, pero estaba tan desordenado como el suelo de su dormitorio. Abrí los cajones buscando algo y tiré toda la ropa.

ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora