18 | NADIE LO SABRA

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--- Gracias, Bess. --- Le agradecí a la persona que terminó de peinarme.

--- Te ves hermosa, estoy segura que el vestido te quedaría muy hermoso. --- Ella respondió amistosamente con una sonrisa amorosa.

--- Aún no lo he visto, ¿dónde está? --- Pregunté yendo al baño a mirarme el cabello.

--- En la habitación del Sr. Kaulitz.

--- ¿Tom?

--- No, el de Bill. --- Suspiré aliviada. --- De hecho, él lo eligió, lo compró cuando se fue esta mañana.

--- Bess, ¿puedo preguntarte algo? --- La miré.

--- Por supuesto, señorita.

--- Tom ha tenido una mujer antes, ¿no? Pero... ella lo engañó, ¿con quién? --- Le pregunté y ella se puso seria.

--- Lo siento, pero no lo sé. --- Bess estaba mintiendo, de todos modos solo acepté con una sonrisa y salí del baño sin querer volver a preguntar.

--- Muy bien, iré a buscar mi vestido. --- Le sonreí emocionada y me fui a la habitación de Bill.

La puerta de la habitación de Kaulitz era roja con algunos detalles amarillos, lo cual me pareció muy extraño y elegante. Toqué la puerta y nadie respondió, volví a tocar y nada.

Suspiré con frustración, abriendo la puerta lentamente y viendo que no había nadie, entré a la habitación y pude ver cómo era la habitación de uno de los gemelos, había una mesa de noche al lado de su cama que era igual a la mía, encima del estante había varias armas y algunas municiones, también tenía guantes tirados sobre la cama junto con una chaqueta de cuero.
En la habitación había un olor enorme a marihuana con perfume, no estaba mal, era adictivo.

Caminé lentamente hacia el armario y lo abrí, viendo mi vestido allí, era tan hermoso, negro con algunos detalles.

--- Wow

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--- Wow. --- Murmuré, extendiendo la mano para recogerlo.

--- ¿Qué estás haciendo? --- Escuché la voz de Bill y rápidamente me di vuelta viéndolo sin camisa, con solo una toalla alrededor de la cintura, el cabello mojado y sin su maquillaje habitual.

Era tan atractivo como Tom, me encontré perdida al ver cada línea de sus tatuajes.

--- N-nada. --- Tartamudee. --- Sólo quería conseguir mi vestido.

--- ¿Te gustó? --- Él sonrió mientras me giraba para continuar con lo que estaba haciendo.

--- Es muy hermoso. --- Saqué la pieza de la percha y miré ese hermoso vestido imaginando cómo me vería, tan pronto miré hacia atrás, Bill ya estaba usando sus pantalones y pude ver su ropa interior con su nombre.

--- Puedes cambiarte en mi baño si quieres. --- Sonrió con picardía y yo le di una débil sonrisa y me dirigí a su baño.

Rápidamente me cambié, notando cuántos productos tenía Bill en su baño, tenía armas esparcidas por todo el inodoro, lo cual no era algo normal. Me miré en el espejo que estaba un poco borroso por la ducha de Kaulitz y me arreglé nuevamente el cabello que se había quedado un poco desordenado, miré esa pistola encima del inodoro de Bill y la recogí metiéndola en la media del vestido. que estaba en mi muslo y rápidamente salí de su baño viendo a Bill fumando sentado en la cama.

ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora