13 | LEJOS DEL PELIGRO

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Poco a poco abrí los ojos escuchando una discusión. El sol se reflejó en mi rostro y me hizo cerrar los ojos nuevamente. Estaba en una habitación diferente, me dolía el cuerpo y me palpitaba la pierna, miré hacia un lado y estaba conectada a una vía intravenosa, con otro tipo de material médico a mi alrededor.

Poco a poco mis ojos se abrieron más y mi audición volvió por completo, dándome la libertad de escuchar la voz de Bill y Tom peleando abajo, automáticamente me senté rápidamente en la cama con los ojos bien abiertos, viendo que no era un sueño. Estaba en una habitación con una cama totalmente chica, como un castillo con paños colgando alrededor, miré las ventanas y tenían rejas, intenté levantarme pero no pude.

--- ¡ESTO NO ES PARTE DE LO QUE PLANIFICAMOS! --- gritó Bill.

--- ¡ELLA NOS TRAICIONARÁ! --- esta vez escuché a Tom gritar.

--- ¡ENTONCES MÁTALA! --- Respondió Bill y mis ojos se abrieron como platos.

--- ERES TÚ EL QUE HACE MAL EL PUTO TRABAJO Y SOY YO EL QUE TIENE QUE ENSUCIARME LAS MANOS. --- Dijo el gemelo mayor.

--- TÚ ERES EL LÍDER, ¿NO?

--- ¿OTRA VEZ CON ESTE TEMA?

--- ¡A LA MIERDA! HAZ LO QUE QUIERAS. --- Poco después, escuché un portazo y un silencio se apoderó del lugar.

Ahora estaba muerta de miedo, intenté levantarme lo más rápido posible pero el intento fracasó. Caí al suelo como un saco de mierda, sentí un dolor absurdo proveniente de mi pérdida y me contuve para no gritar. Estaba tan enojada con Tom que podría colgarlo si se equivocaba, y no porque me disparara, sino porque pensó que podía mantenerme atrapada en esta mierda de pandillas. Mis manos tiraron y sujetaron mi cuerpo a través de la habitación tratando de llegar a la puerta, la sangre quedó en el suelo con un rastro que me siguió a lo largo de mi lucha. Escuché el sonido de la puerta al abrirse y me asusté.

--- ¡Oh mi Dios! ¡Señorita Arvin! --- Una mujer apareció en la habitación desesperada, suspiré aliviada porque no era uno de los Kaulitz. Ella me levantó y me ayudó a sentarme nuevamente en la cama, tomó mi pierna y la analizó, había jodido aún más la herida. --- Se rompieron los puntos, voy a tener que rehacerlos. --- Analizó mientras yo la miraba con curiosidad. --- ¡Oh, qué modales son los míos! Mi nombre es Bess.

--- ¿Dónde estoy?

--- En la mansión Kaulitz. --- Ella respondió y yo eché la cabeza hacia atrás con ganas de llorar de rabia. --- El señor Tom me dijo que no le gustaría su presencia aquí, me dijo que viniera y le pidiera que bajara a comer algo.

--- El señor Tom es un hijo de puta. --- murmuré.

--- ¿No están... juntos?

Ni siquiera tuve tiempo de responder su pregunta porque la presencia de Tom invadió mi espacio. Puse los ojos en blanco tan pronto como ella lo vio y tenía esa sonrisa siniestra e idiota en su rostro. Kaulitz se acercó a Bess y examinó mi pierna con las manos detrás de la espalda.

--- Me alegro que hayas despertado, Violet. --- Dijo Tom burlonamente y Bess bajó la cabeza cuando él se acercó.

--- Vete al infierno, Kaulitz. ¿Dónde estoy?

--- ¿No te lo dijo Bess? ¡Estás en mi mansión en Chicago! --- Él sonrió victorioso.

Entré en un estado de pánico total, ¡¿estábamos en Chicago?! ¿Cómo diablos no me desperté en medio del viaje? Mis ojos rápidamente recorrieron la habitación buscando si había alguna escapatoria, Bess terminó de examinarme y me levanté rápidamente mientras ambos me miraban, me acerqué a la ventana y abrí la cortina mirando hacia abajo, estaba llena de secuaces y guardias caminando de un lado a otro con cachorros y armas. Mis ojos se abrieron al ver que no había forma de escapar de aquí, estaba atrapada, simplemente en cautiverio.

ᴛɪᴛᴀɴ¹ | Tom Kaulitz. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora