20

1.1K 112 23
                                    

Estoy jugando con mis dedos sobre mi regazo, en lo que espero la entrada de mi madre. Padre tiene la vista fija en unos documentos que casi termina de revisar y Hades me observa desde la esquina de la habitación.

La puerta se abre y mi progenitora da unos pasos hasta que se sienta a mi lado, arregla la falda que se le estruja y luego carraspea su garganta.

—Ya estamos todos —dice con autoridad—. Podemos empezar.

—Entonces, Rahel —padre deja los documentos a un lado—. ¿Cómo te fue con Caín?

Suelto todo el aire que tengo reprimido en mis pulmones y me lo pienso varias veces antes de decirlo.

—Caín quiere que me case con él —confieso y la vista de Hades me pesa muchísimo.

—Al menos eres útil en algo —brama Rafaela con arrogancia—. Me parece buena idea, casarte con Caín es entrar con broche de oro a la familia Salvatore y es lo que queríamos desde un principio.

Lo único que quiere mi madre es mantenerme alejada de Hades, aunque eso signifique meterme en la boca del lobo.

—Es arriesgado, pero efectivo —añade padre.

—Yo creo que es muy apresurado y sospechoso —Hades habla al fin—. Al menos que seas una diosa y lo hayas embrujado. Piénsalo. ¿Por qué un hombre como Caín estaría interesado en casarse con la chica que acaba de conocer?

—Eso era lo que me faltaba por contar —le digo.

Sus palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez sin poder apagar el botón de Replay.

—Me gustas muchísimo, si la situación fuese diferente no te pediría matrimonio, pero ahora estoy entre la espalda y la pared, no tengo alternativa —me confiesa—. Mi padre quiere retirarse y va a casar a mi hermana con un hombre que no ama, solo para dejarle al mando.

—No creo que pueda ayudarte con esto.

—Claro que puedes —insiste—. Si me caso yo primero, salvo a mi hermana, de una unión que no desea y obtendré el mandato absoluto.

—Es un tema delicado y no quiero hacer nada que nos pese en un futuro.

—Por favor, Rahel. Al menos piénsalo.

Terminé de contar todo y mi madre fue la primera en reaccionar.

—Con más razón, si el motivo por el cual Caín quiere casarse es obtener el mando de su familia, tú cómo su esposa estarías involucrada directamente a los asuntos importantes.

—Tu madre tiene razón.

—Sigo diciendo que es una locura —Hades apretó los puños—. Puede salir mal, y costarle hasta la vida. 

—Ya que no nos entendemos...—padre se pasó la mano por el rostro. Se veía cansado y los años ya se le notaba—. La decisión es tuya, Rahel.

—Necesito tiempo.

—Piensalo, pero tiempo es lo que menos tenemos.

—De acuerdo —puse mi boca en línea fina.

—Ahora cambiemos de tema —dijo—. ¿Cómo va la producción en los laboratorios de De Lucca?

—Perfecto —Hades responde cortante—. Mañana Marcos sale para allá, recibiremos la primera entrega.

—Una buena noticia —le felicita orgulloso y Hades asiente—. ¿Cómo vas con los votos a tu favor?

Ahora mira a madre.

—Muy pronto serán las elecciones y estoy segura de mi triunfo.

—Que así sea, mi cielo.

Deseo Impuro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora