𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟
[EN PROCESO]
La relación entre un Malfoy y un Potter es como el aceite y el agua. ¿Cómo se demuestra? Pues, poniendo a Danielle Malfoy en el mismo ambiente de Harry Potter.
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Salieron de la cabaña y se dirigieron al castillo.
—Danielle tendrá algo que ver con esto.— teorizó Harry.
—No digas idioteces, Potter. Draco y yo no hablamos en Hogwarts y estuve con ustedes todo el tiempo, es algo imposible que yo le cuente donde estamos.— se defendió.
—A mi también me cae mal, Harry. Pero Danielle tiene razón.— se sinceró Ron y Harry rodeó los ojos entrando a la escuela.
—Hagrid siempre quiso un dragón. Me lo dijo cuando lo conocí.
—Es una locura.— opinó Ron.— Y ahora Malfoy lo sabe.
—No lo entiendo, ¿eso es malo?
—Es malo.— respondió Danielle al ver a McGonagall frente a ellos. Los cuatro la miraron.
—Buenas noches.— saludó la profesora y detrás de ella apareció Draco con una sonrisa triunfadora.
Danielle rodeó los ojos y entraron a la sala. Los Gryffindor se pusieron uno al lado del otro alejados del Slytherin.
—Nada. Repito: Nada, justifica que un estudiante camine por la escuela en la noche. Como penalización de sus actos, les quitaré 50 puntos.— se horrorizaron al escucharla.
—¿¡50 puntos!?— gritó Harry.
—A cada uno.
—¡Espero que a mi hermano también!— se metió Danielle.— El también estuvo caminando en las noches sin permiso.
—Señorita Malfoy, no interrumpa. Para asegurarme de que no se repita, los cinco recibirán un castigo.
Draco frunció el ceño confundido al oírla.
—Disculpe, profesora. Tal vez escuché mal. ¿Escuché que dijo los cinco?
—Escuchó bien, señor Malfoy.— contestó y Danielle ahogó una risa.— A pesar de sus intenciones, como dijo su hermana hace instantes también estaba afuera de la cama a horas inadecuadas. Así que será castigado de la misma forma.
Draco los miró de reojo molesto, observando como cada uno sonreía divertido.
Salieron de la sala encontrándose con Filch. Éste los dirigió a la cabaña de Hagrid de nuevo.
—Es una pena que ya no se castigue como antes. Hace tiempo los colgaban de los pulgares con una cadena. Como extraño esos gritos.— se lamentó Filch y Danielle abrió sus ojos como platos al escucharlo.— Esta noche cumplirán sus castigos con Hagrid. Tiene un trabajo que hacer en el bosque prohibido.
El mencionado salió con un farol.
—Son todos tuyos, Hagrid. Agh, por favor, no sigues lamentando lo que pasó con el dragón, ¿cierto?— se quejó.
