𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟
[EN PROCESO]
La relación entre un Malfoy y un Potter es como el aceite y el agua. ¿Cómo se demuestra? Pues, poniendo a Danielle Malfoy en el mismo ambiente de Harry Potter.
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Neville corrió hacia Harry, Hermione, Ron y Danielle para avisarles lo que había encontrado. Rápidamente los cinco fueron al igual indicado y la pared se convirtió en una puerta gigante y oscura.
Entraron observando un gran salón.
—Lo lograste, Neville. Encontraste la Sala de Menesteres.— lo felicitó Granger.
—¿La qué?— frunció el ceño confundido Neville.
—También la llaman La Sala que Viene y Va. La Sala de Menesteres solo aparece ante alguien que la necesita. Y siempre está equipada para sus necesidades.— explicó Hermione.
—Y... ¿si lo que necesitas es un baño?— preguntó Weasley.
—...Compórtate, Ron.— lo regañó la castaña.— Pero si. Esa es la idea en general.
—Perfecto. Es como si Hogwarts quisiera que nos defendieramos.— habló Harry.
Finalmente llamaron a los compañeros y fueron hacia allí ya con las cosas preparadas. Todos se pusieron en fila frente a una estatua con un punto blanco para recibir hechizos.
Neville apuntó y Harry le asintió con la cabeza para que lo haga.
—Expelliarmus.— la varita fue hacia atrás con velocidad haciendo que todos la esquivaran.— Soy pésimo.
—No... es que estás moviendo tu varita demasiado. Inténtalo así: ¡Expelliarmus!— Harry desarmó a la estatua.
Danielle sonrió. Los días pasaban y realmente estaba funcionando muy bien las prácticas. Estaban emocionados para que las clases al finalizar vayan a la Sala.
Pero Filch comenzaba a sospechar.
—El aturdidor es uno de los encantamientos más útiles. Es uno de los que van a usar. Así que... adelante, Nigel. Intenta tu mejor tiro.— habló Harry y miraron al mencionado.
—¡Desmaius!— exclamó y el hechizo impactó en Potter el cual cayó al suelo al igual que Nigel. Se quejaron.
—No está mal, en serio.— dijo y Danielle rió un poco.— Muy bien hecho. Ahora los demás.
Entonces todos comenzaron a hacer duelos con ese encantamiento. A Danielle le tocó con Neville por lo cual los miraban.
Longbottom iba a hechizarla, pero Malfoy se le adelantó.
—¡Desmaius!— exclamó y Neville salió disparado lejos de todos. Algunos rieron y las chicas aplaudieron. Harry sonrió. La chica también lo hizo y ahora le tocaba el turno a Ron y Hermione.
Los varones alentaban al pelirrojo y las chicas a la castaña. Pero como se podía esperar, Hermione le ganó así que las chicas se reunieron entre risas.
Los días siguientes fueron así aunque siendo más precavidos ya que Umbridge comenzaba a sospechar así que todos iban a ser interrogados.
