𝗛𝗔𝗥𝗥𝗬 𝗣𝗢𝗧𝗧𝗘𝗥 || 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 𝑠𝑖𝑠𝑡𝑒𝑟
[EN PROCESO]
La relación entre un Malfoy y un Potter es como el aceite y el agua. ¿Cómo se demuestra? Pues, poniendo a Danielle Malfoy en el mismo ambiente de Harry Potter.
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Danielle leía el periódico El Profeta con cierta preocupación.
—¿Sucede algo, Dani?— preguntó la castaña cuyo cabello tenía rulos.
—...Lucius fue a Azkaban.— respondió.
—¿Qué?— se sentó y tomó el periódico.
—No sé como tomarme esta noticia. Draco y Narcissa... están solos.— habló y la mujer suspiró.
—Creo que era algo obvio que iba a suceder... tu padre está con los mortifagos.— se metió el hombre rubio tomando las cosas de la mesa.
—Lo sé. Pero ahora lo importante es que... me encanta estar aquí.— sonrió.— A pesar de que Remus no quiere que esté mucho tiempo con el por su condición realmente en este verano me sentí como en casa. Gracias Andromeda... gracias Ted.
—No es nada, Dani. Después de todo... sufriste lo mismo que yo... no puedo evitar verme reflejada en ti.
Danielle suspiró.
—Aunque siendo realistas... lo vemos muy extraño a Remus... ¿no?— la rubia sonrió divertida.
Ella sabía que Lupin gustaba mucho de Tonks, pero al ser muy inseguro de si mismo, nunca se lo confesó y Danielle siempre le insistió en que se lo diga.
De repente en la ventana apareció Errol.
—¿Errol?— se acercó y ésta tenía una carta en su boca.
La tomó, la abrió y leyó.
"Te invito a la Madriguera, no faltes... está Hermione."
R.W"
Danielle rió.
—Ya puedes irte, Errol. Y por favor... esta vez ve con cuidado.— pidió ya que sabía que la lechuza del pelirrojo era algo torpe.
La lechuza se fue.
—Ron me invitó a su casa. ¿Puedo ir?— preguntó.
—Por supuesto, allí tienes la Red Flu y lleva las cosas de Hogwarts.— respondió Andromeda y ella asintió con la cabeza.
Danielle guardó la ropa en su maleta, la tomó y fue a la chimenea. Agarró el polvo y suspiró.
—¡A la Madriguera!— exclamó tirando y el fuego verde inundó su cuerpo hasta llegar al lugar indicado donde estaba siendo observado por Ron y Hermione.
—¡Danielle!— gritaron al unísono y la chica los abrazó a ambos.
—¡Hola chicos! Los extrañé demasiado.— dijo.
—Y nosotros a ti. Nos agrada verte así.— dijo Hermione separándose.
La veía de buen humor. Eso podía notarse gracias al verano de la rubia lejos de sus padres y hermano.
