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En una noche tranquila en el bosque, Sukuna siente una extraña fluctuación en la energía maldita que fluye a través del aire. Su mirada carmesí se vuelve intensa y penetrante mientras detecta una poderosa combinación de su propia energía maldita y otra, algo diferente y desconocida. Se sumerge en sus habilidades sensoriales y, con asombro y comprensión, se da cuenta de que esa energía proviene de T.N., su amada esposa. Una mezcla de sorpresa, alegría y preocupación atraviesa su ser mientras comprende lo que esto significa: T.N. está embarazada.
Con cuidado, Sukuna se acerca a T.N., su rostro lleno de emoción contenida.
Sukuna.T.N., ¿es cierto? ¿Estás embarazada? -pregunta con voz suave pero llena de emoción-
T.N. asiente con una sonrisa radiante, sus ojos brillando con la felicidad de la noticia.
T.N. Sí, Sukuna. Estamos esperando a nuestro hijo.
El corazón de Sukuna late con fuerza en su pecho mientras se inclina y besa suavemente el vientre de T.N., donde la nueva vida crece.
Sukuna.Nuestro hijo, el próximo príncipe de las maldiciones
murmura, sus palabras cargadas de emoción y orgullo.
A medida que avanzan los meses, Sukuna se sumerge en un estado de sobreprotección. Cada paso que T.N. da está precedido por su sombra, cuidando cada movimiento y asegurándose de que esté cómoda y segura en todo momento. A veces, su protección se vuelve abrumadora para T.N., quien, con paciencia y amor, trata de calmar las ansiedades de su esposo.
T.N. Sukuna, sé que quieres protegerme, pero también necesito espacio para respirar y moverme libremente.
Sukuna se siente momentáneamente abrumado por sus emociones, pero luego asiente con comprensión.
Sukuna m Lo siento, cariño. Es solo que esta nueva vida es tan preciosa para mí, y no puedo evitar preocuparme por ti y por nuestro hijo.
T.N. sonríe y acaricia el rostro de Sukuna con suavidad.
T.N. Lo sé, Sukuna. Pero recuerda que también soy fuerte y que nuestro hijo tendrá tu valentía y mi amor para guiarlo en este mundo.
Con esas palabras, Sukuna se siente reconfortado y se da cuenta de que, aunque su naturaleza protectora es fuerte, también confía en la fuerza y determinación de T.N. y en el amor que comparten.
