👹One shot 👹

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El suave murmullo del viento nocturno se mezcla con el profundo silencio de la habitación, donde Sukuna y TN descansan plácidamente

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El suave murmullo del viento nocturno se mezcla con el profundo silencio de la habitación, donde Sukuna y TN descansan plácidamente. La suave luz de la luna se filtra por las cortinas entreabiertas, pintando sombras danzantes en las paredes mientras la noche avanza lentamente.

De repente, el tranquilo ambiente se ve interrumpido por el sonido de pasos rápidos y frenéticos. Oni, el hijo de Sukuna y TN, entra corriendo en la habitación con las manos aferradas a su frente. Los ojos de Sukuna se abren de par en par mientras observa la angustia en el rostro de su hijo.

Sukuna: ¿Qué sucede, Oni? ¿Por qué estás llorando?

Oni, con lágrimas en los ojos, levanta tímidamente las manos de su frente, revelando un par de pequeños cuernos que sobresalen de su piel. La vista hace que Sukuna se estremezca ligeramente, consciente de la herencia maldita que su hijo lleva consigo.

Sukuna:  Oh, Oni...

TN, despertando con el revuelo, se une a la escena con mirada preocupada.

TN:  ¿Qué está pasando?

Oni, tembloroso, se aferra a las piernas de Sukuna en busca de consuelo, sus ojos llenos de miedo y confusión.

Oni: Papá, me duele...

Sukuna, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros, levanta con ternura a su hijo y lo abraza con fuerza, tratando de calmar su angustia.

Sukuna: Tranquilo, Oni. Estaré aquí contigo.

El corazón de Sukuna se llena de compasión al ver el dolor en los ojos de su hijo. Se siente impotente ante la realidad de que su legado maldito ha marcado la vida de Oni desde el principio.

El pequeño Oni se encuentra en los brazos de Sukuna, su rostro aún refleja el dolor y la confusión por el crecimiento de sus cuernos. Sukuna acaricia suavemente el cabello de su hijo, sus dedos rozando delicadamente la piel sensible alrededor de los pequeños cuernos emergentes.

Sukuna: ¿Te sientes mejor ahora, Oni?

Oni asiente débilmente, sus ojos cansados pero llenos de gratitud por el consuelo y la protección que encuentra en los brazos de su padre.

Oni:  Sí, papá... Gracias por estar aquí.

Sukuna sonríe con calidez, su corazón lleno de amor y determinación para proteger a su hijo de cualquier dolor o peligro.

Sukuna:  Siempre estaré aquí para ti, Oni. No tienes que enfrentar nada solo.

Con cuidado, Sukuna envuelve a Oni en una manta suave, asegurándose de mantenerlo cómodo y seguro. Con movimientos gentiles, lo mece suavemente, susurra palabras de aliento y amor mientras el niño se relaja lentamente en sus brazos.

Sukuna: Todo estará bien, hijo. Estamos juntos en esto.

La presencia reconfortante de Sukuna llena a Oni de tranquilidad y seguridad, permitiéndole dejar de lado sus preocupaciones y entregarse al cuidado amoroso de su padre. Juntos, comparten un momento de conexión profunda, un lazo indestructible que une sus corazones en el vínculo inquebrantable de la familia.

El tiempo parece detenerse mientras Sukuna sostiene a su hijo, su amor y devoción llenando la habitación con una sensación de paz y calma.

El cálido abrazo de Sukuna envuelve a Oni mientras sus cuernos terminan de crecer, una muestra tangible de la dualidad de su herencia. TN observa con preocupación, su corazón lleno de amor y compasión por su hijo.

TN:  ¿Estás bien, cariño?

Oni asiente con la cabeza, su mirada reflejando una mezcla de alivio y agotamiento.

Oni: Sí, mamá... Gracias, papá...

Sukuna sonríe con suavidad, acariciando el cabello de su hijo con delicadeza.

Sukuna:  Estaremos siempre aquí para ti, Oni.

Con cuidado, Sukuna y TN llevan a Oni al baño, donde el suave murmullo del agua y el aroma reconfortante del jabón llenan el aire. Con cada caricia y cada palabra de aliento, buscan calmar el corazón de su hijo.

TN: Todo estará bien, cariño. Te cuidaremos.

Oni se relaja bajo el cálido contacto del agua, sus tensiones desvaneciéndose lentamente en la corriente. Su pequeño cuerpo se siente seguro entre los brazos amorosos de sus padres, protegido por su amor incondicional.

Después del baño, Oni se siente tranquilo y somnoliento. Sukuna y TN lo envuelven en una suave toalla, cubriéndolo con cuidado para mantenerlo cómodo y abrigado.

Sukuna:  Es hora de descansar, hijo.

Con movimientos suaves y precisos, Sukuna y TN acomodan a Oni en la cama, rodeándolo con el calor reconfortante de su amor y su presencia tranquilizadora.

TN:  Dulces sueños, mi pequeño.

Oni se sume en un sueño reparador, su respiración tranquila y serena mientras la luz del nuevo día comienza a filtrarse por las cortinas entreabiertas. Sukuna y TN se quedan a su lado, velando su sueño con amor y gratitud por el regalo de su precioso hijo.

El nuevo amanecer marca el comienzo de otro día en la vida de esta familia, unidos por el vínculo irrompible del amor y la ternura que comparten.

El nuevo amanecer marca el comienzo de otro día en la vida de esta familia, unidos por el vínculo irrompible del amor y la ternura que comparten

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Y así se vería oni.

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Feliz San Valentín (⁠◍⁠•⁠ᴗ⁠•⁠◍⁠)⁠❤

Bye bye 💋💋

Siendo padres- JUJUTSU KAISEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora