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Megumi decidió dejar a Yoko al cuidado de Toji y Gojo, imaginando una escena caótica con ambos hombres tratando de ocuparse de la bebé. La realidad no decepcionó.
Toji: Bien, Yoko, primero te enseñaré sobre trabajo duro. -le muestra una pequeña herramienta de juguete- Esto es una pala, ¿entiendes?
Yoko: Goo.
Gojo: ¡Hola, Yoko-chan! ¿Quieres un poco de chuchería? -saca dulces y se los muestra-
Toji: Gojo, ¿qué estás haciendo aquí?
Gojo: Solo vine a consentir a Yoko un poco. ¿Quieres dulces, Yoko-chan?
Yoko: Goo goo.
Toji: No necesitas dulces. Debes aprender sobre esfuerzo y responsabilidad.
Gojo: Pero también es importante disfrutar de la vida, ¿verdad, Yoko-chan?
La escena se volvió un caos cuando Toji y Gojo comenzaron a discutir sobre la mejor manera de cuidar a Yoko. Toji intentaba enseñarle lecciones de vida prácticas, mientras que Gojo buscaba mimarla y entretenerla con juguetes y golosinas.
Toji: -enseñando a Yoko a sostener una pequeña pala de juguete- Esto es importante, Yoko. Trabajo duro desde joven.
Gojo: apareciendo con juguetes y dulces- ¡Hola, Yoko-chan! ¿Quieres jugar con estos lindos juguetes?
Toji: No necesita juguetes, necesita aprender a valerse por sí misma.
Gojo: Pero también necesita diversión y alegría en su vida.
Yoko, por su parte, parecía encantada con la atención dividida y reía mientras ambos hombres competían por su afecto. La sala se llenó con el sonido de sus risas y las disputas entre Toji y Gojo.
Al final del día, Megumi regresó para encontrar a Yoko feliz y risueña, aunque un poco abrumada por la atención de sus dos cuidadores.
Megumi: Parece que todo salió bien.
Toji y Gojo: ¿Bien?
Megumi: Sí, al menos Yoko parece haber disfrutado el día. Gracias chicos.
Toji y Gojo intercambiaron miradas derrotadas mientras Yoko seguía riendo en brazos de Megumi. Cada uno había intentado imponer su propio estilo de cuidado, pero al final, Yoko simplemente disfrutó de la experiencia diversa que le ofrecieron ambos hombres.
