Nikté estaba por irse a dormir cuando escuchó un ruido extraño que se acercaba y unos segundos después se dio cuenta de que era un helicóptero, ya era un poco tarde así que pensó que la única persona que podría llegar a esa hora era Aarón y fue al balcón para cerciorarse. Vio a uno de los empleados acercarse a recibirlo y a decirle algo antes de que él fuera a la entrada de la casa.
Había pensado que ya no llegaría ese día, pero se había equivocado, entró a su habitación y fue a buscarlo, lo encontró en el salón, hablando con su tío que le estaba preguntando algo que no alcanzó a escuchar. Pero Aarón solo sonrió cuando la vio acercarse y le dijo a Ángel que el negocio había ido de maravilla.
—El negocio fue mejor de lo que pensaba, tío, pero ya te diré los detalles mañana.
—¿Estás seguro? ¿No habrá ningún problema?
—Todo está bien, no te preocupes. Creo que si todo sigue como hasta ahora, podremos matar a dos pájaros de un tiro
—Está bien, ve a descansar, mañana platicamos.
—Hola, mi amor —Aarón saludó a Nikté cuando su tío se alejó.
—Hola. ¿Estás bien?
—Sí. ¿Por qué?
—Te noto extraño, desde hace días —dijo ella mirándolo a los ojos y pudo ver algo en ellos.
—No es nada malo, no te preocupes, todo está bien, no pienses cosas raras.
—No sé por qué no te creo —cruzó los brazos con gesto enfurruñado y él le pellizcó las mejillas.
—¿Por qué eres tan desconfiada?
Aarón rio cuando ella le enseñó la lengua y la besó, pero Celia los interrumpió sin querer y se disculpó antes de preguntarle a él si quería cenar algo.
—Aarón, perdón, escuché el helicóptero y pensé que había pasado algo, no sabía que habías llegado. ¿Vas a cenar? ¿Quieres que te prepare algo?
—No, Celia, gracias —Aarón declinó el ofrecimiento—, ya es tarde, mejor ve a descansar.
—Hasta mañana.
Cuando Celia se fue, Aarón llevó a Nikté a su habitación, había tenido un día muy largo y lo único que quería era descansar, charló con ella de cosas sin importancia mientras se preparaban para acostarse y poco después ambos estaban dormidos.
Él despertó a primera hora, como siempre y se levantó después de darle un beso, quería hablar con su tío antes de que ella también despertara. Tenían muchas cosas que planear y también trataría de convencer a Miguel Ángel de volver por unas semanas a Ciudad de México, encontró a su tío en la cocina, con Celia y Mirna.
—Buenos días.
—Aarón, buenos días. ¿Estás bien? Te ves cansado —preguntó Ángel viéndolo con ojo crítico.
—La verdad es que es agotador estar viajando dos veces por semana hasta la Ciudad de México.
—Entiendo. ¿Qué piensas hacer al respecto?
—Vamos al estudio, tengo muchas cosas que contarte.
—Entonces... —Ángel se sentó cerca del ventanal y esperó a que su sobrino hiciera lo mismo para empezar la charla.
—Manuel Balam es el padre de Nikté.
Ángel abrió la boca un par de veces hasta que pudo hablar, estaba sorprendido por cómo se estaban dando las cosas.
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Nikté entre el amor y el odio
RomanceCuando el corazón traiciona y estás entre el amor y el odio Ellos llevaban la culpa de un amor prohibido, Aarón y Nikté habían caido al infierno y se habian quemado en las llamas de la pasion y el deseo. Historia original. Prohibida la copia total o...