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Bien, se arrepentía de decir aquello, ¿Quien diablos le dijo que pasar su celo después de conocer a sus alfas sería fácil? Enterraba su rostro en la almohada y gritaba en ella, le dolía demasiado.

-A-ah...

-Hijo...

-Oppa controla tus feromonas por favor, a papá y a Lea unnie se les complica respirar.

-N-no puedo... Mm...

-Hijo, es todo nos iremos a la casa de tus abuelos.

Hueningkai hizo un puchero, su parte humana no quería quedarse sola, más que nada por que le daba miedo lo que su omega podía hacer con su cuerpo, pero hablando de ese lado, su lado omega necesitaba soledad.

Solo escucho como rato después la puerta fue cerrada.

-Y-ya detente... N-no me quiero tocar...

Logro detenerlo por un rato, al rededor de una hora que aprovecho para dormir, su plan era dormir hasta que le llegará un nuevo golpe de calor, sin embargo la puerta de su casa siendo cerrada fue lo que le hizo despertar. No había olor alguno, por muy alfas qué fuera sus hermanas y padre, o por muy en celo qué el estuviera, su familia le hacían saber con su olor que estaban en casa.

Rápidamente cuando los pasos se escucharon en las escaleras, se levantó y cerró la puerta con candado.

-Vaya qué eres un pequeñín inteligente, pero vamos, tu lado omega no te dejara estar así mucho tiempo, abre la puerta Hueningkai.

¿Qué sentía? Miedo, asco, asco de tener que escuchar esa voz, cuando hace más de tres meses dejó de hacerlo, y miedo por estar solo y fallarle a sus alfas.

-Alfas...

Regreso a su cama tomando el teléfono, llamo rápidamente a Soobin.

-Por favor hyung... Ven a mi casa lo más pronto posible- la desesperación en su voz fue suficiente para que el mayor ya estuviera en su auto.

De camino paso rápidamente por Yeonjun.

Los segundos se agotaban, Heesung en cualquier momento utilizaría su voz de mando, y lo obligaría a abrir la puerta.

-Vamos, hazlo por las buenas, ¿Porqué no me dejas hablar con tu lindo omega?

-¡Vete! ¡No te quiero aquí! ¡Largate!

-No deberías hablarle así al alfa que te va a ayudar.

-No necesito de tu ayuda...

-Oh vamos Hueningkai, tus alfas son muy reservados, no te van a ayudar, yo te quiero ayudar.

-¡Qué no! Entiende, por muy reservados que sean, ellos son mis alfas... Solo quiero una marca de ellos en mi cuello, no tuya.

Le estaba costando no titubear, su teléfono comenzó a sonar, justo cuando iba a contestar, sin saber si quiera si contesto, su miedo de esa noche se hizo realidad.

-Ábreme la puerta Hueningkai.

No quería, no podía, no debía, pero sus instintos estaban ganando, vamos si hay un instinto para seguir la voz de mando de los alfas ¿Porqué no había uno de supervivencia para huir de ellos?

Con la poca cordura que le quedaba estaba intentando hacer tiempo, Soobin vivía un poco lejos, y ya había pasado media hora desde entonces.

-Vamos, vamos, no quieres que la use de nuevo ¿O si?- se escucho un suspiro- ¡Abre la maldita puerta Hueningkai! -no le quedo más opción termino por abrirla- de rodillas.

-¿Por que te crees tan valiente Heesung? Creí haberte dicho que te alejaras de él.

La respiración de Hueningkai estaba agitada, sus mejillas ruborizadas, pequeñas lágrimas salían de sus ojos. Eso a ambos les hirvió la sangre, sin embargo Yeonjun fue el primero en actuar contra Heesung, comenzando a golpearlo, el otro ni siquiera podía meter las manos.

Soobin en cambio, aun con las ganas de golpear a Heesung e ignorando las feromonas de celo del rubio, lo tomo en brazos y lo llevo al carro, ellos no podían quedarse en casa del menor, así que lo llevarían a su casa.

-T-tuve mucho miedo hyung... G-gracias por llegar- dijo el omega escondiendo su rostro en el cuello de Soobin, tranquilizandose un poco con sus feromonas.

-Íbamos a venir aun cuando no pidieras ayuda.

-¿Ah?

-Tu mamá llamo, y dijo que tu celo se volvió insoportable, te íbamos a llevar a mi departamento, para ahí poder cuidarte como se debe... A penas iba a subir a mi auto cuando llamaste- dijo subiéndose en la parte trasera del auto con el menor aun en brazos, la idea era dormirlo utilizando sus feromonas.

-G-gracias...

Hueningkai se acomodo sobre el pelinegro para poder seguir oliendo su aroma, aunque solo fue un pretexto para acercarse a él, por que el carro olía demasiado a ellos.

-Kai... Mirame- sus miradas se cruzaron y el alfa le brindó una sonrisa cálida- todo estará bien ¿Okey? No haremos nada que tu, Hueningkai, no tu omega, quieras.

-L-lo se.

Una mano de Soobin fue a dar a su mejilla y acarició suavemente, ni siquiera supo en que momento la mano del mayor se pasó a su cuello acortando la distanció y uniendo sus labios. Solo podía asegurar que estaba disfrutando el beso, no buscando seguir el ritmo, pues era muy lento y tranquilo.

-Bien ya lo deje medio muerto- dijo Yeonjun subiendo al auto, viéndolos de reojo y sonriendo- lo saque de tu casa Kai, y cerré muy bien.

-Gracias Yeonjun hyung.

-No tienes nada que agradecer, ahora pónganse los cinturones que nos vamos.

En el camino, tal como era el plan, Hueningkai se quedó dormido, su respiración era tranquila, sus mejillas seguían rojas, pero ya no tenía lágrimas qué lo hicieran ver triste.

Yeonjun aparco el auto y ahora fue el quien cargo a su omega, mientras el más alto abría la puerta.

-Llevalo a mi habitación, qué duerma bien.

-Si, eso haré.

Yeonjun durmió en otra habitación y Soobin en el sillón. Sin darse cuenta que para la media noche ya tenía a un lindo omega aferrado a el, y un rato después a otro alfa sobre ellos. Cuando se dio cuenta de la tercera persona, solo sonrío y siguió durmiendo, ya mañana se quejarían del posible pequeño dolor de espalda.

Continuará...

DESTINO~YEONBINKAI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora