DESTINO~YEONBINKAI

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-Buenas tardes Hueningkai.

-¿Qué hace usted aquí?

-Me entere de tu regreso a Corea después de estar tanto tiempo en Australia...

-No fue planeado…

-Lo se… Así como tampoco planeaste tu embarazo y la muerte de tu padre.

Hueningkai miro al piso con un semblante triste.

-Tengo que ir por mi hijo al preescolar, no tengo tiempo para ti abuelo.

-Eres un omega de familia ahora, estoy tan feliz por ti Kai.

-Gracias.

-Entiendo que estés a la defensiva, soy un alfa después de todo y esa marca parece renovada.

Y el anciano Huening tenía la razón, la marca le impedía acercarse a él, era un alfa que nunca vio mucho después de la marca, su omega no estaba acostumbrado ni a la presencia de su abuelo, ni a su olor.

-Así es, yo me retiro, pueden quedarse a hablar si gustan, regresaré en un rato.

Dijo más para Bahiyyih qué para el anciano, casi saliendo del consultorio escucho a su hermana menor gritar:

-¡Abuelo estoy embarazada!

-¡Oh por Dios Bahiyyih!

Hueningkai sonrío, no es que no quisiera al hombre, al contrario, cuando era un niño el abuelo Huening y su papá eran sus héroes, por eso amaba ir a China, por su abuelo, pero ahora sentía que él tenía la culpa de la muerte de su padre, no podía ver al anciano a los ojos, esos ojos tristes qué gritaban qué extrañaba a su hijo.

-¡Papá Hyuka!

-Hola Mihie.

-¿Vamos a tu consultorio?

-Si… Quiero presentarte a una persona.

-¿Una persona? ¿Quien es?

-Espera y veras.

-Papá ¿Tú conoces al abuelo Namjoon? ¿Y al abuelo Yoongi?

Hueningkai miro de reojo a su hijo.

-Son los papás alfas de tus papás ¿No?

-¡Si! Abuelo Namjoon es muy torpe, el abuelo Jin lo regaña muy seguido, y el abuelo Yoongi es muy serio, parece un gatito, pero el abuelo Hobi siempre lo hace sonreír.

Seokjin o Jin, y Hoseok o Hobi como los llamaba el niño eran los omegas, siendo Namjoon y Jin los padres de Soobin y Yoongi y Hoseok los padres de Yeonjun.

-Ya veo…

-¿Porqué no conozco a tu papá? Tu mamá omega me cae muy mal, te trata mal.

-Lo se amor, mi papá está en el cielo y digamos que mi madre tampoco me cae muy bien...

-Papi... ¿Ella fue quien te alejo de nosotros?

Hueningkai le sonrió- si, pero ahora estoy aquí bebé.

-Lo se, y soy muy feliz.

-Me lo dices siempre.

-Merece que lo diga siempre.

-Te quiero Mihie.

Las mejillas del pequeño se tiñeron de un lindo rosa.

-También te quiero papá Hyuka.

-Bien, llegamos, espera a que yo te abra la puerta.

-Si.

Ambos subieron las escaleras al consultorio de Hueningkai lentamente y tomados de las manos.