43

41 11 0
                                    

-¿Qué?

-Me enteré que en menos de un mes te casas y que estas esperando tu segundo hijo... Sigo esperando mi invitación.

-¿Qué?

Hueningkai no podía creer el cinismo de esa mujer que decía ser su madre, había llegado y sin avisar entró a su oficina aprovechando que Lily fue a comer.

-Lo que oíste, soy tu madre y merezco estar ahí en tu día especial.

-¿Estas loca? Jamás lo haría, arruinaste la infancia de mi hijo y la vida de mi papá ¿Porqué lo haría?

-Soy tu madre.

-¡Poco me importa! No te quiero ahí, no te quiero en mi vida.

-¿Y por que a Heesung si lo invitaste?

-No lo invite a el, invite a Jake, Heesung es el esposo de Jake- por que si, en cuánto el regreso a Corea los otros dos se casaron- y Jake es mi amigo.

-¡Y yo tu madre!

-¡No me alzes la voz! Tu dejaste de ser mi madre el día que me alejaste de mis alfas y de mi hijo, el día que por tu culpa se murió mi papá, ahora ¡Largate de mi consultorio!

-No me alzes tu la voz Hueningkai, soy tu madre.

-Te dije que no, vete de una vez y no se te ocurra aparecer ese día, que no me importaría qué alguno de mis amigos o incluso mis alfas te humillen- se levanto de la silla viéndola desde arriba- no me importara verte con cara de sufrimiento rogándome con la mirada que los detenga, por que no lo haré.

Se fue a la puerta abriéndola.

-¿Hablas enserio?

-Por tu culpa madure lo suficientemente rápido madre, no soy el mismo adolescente de diecisiete años que te necesitaba, he madurado tengo veinticuatro años y un hijo, tu misma te ganaste a esto, ahora largate.

-Te vas a arrepentir.

-¿Tú lo hiciste? No creo que el arrepentimiento venga de la sangre.

La omega salió del consultorio y se permitió liberar todo el aire retenido, estaban de vacaciones de diciembre, y sus alfas se habían quedado con Mihi, así que se encontraba solo, sus vacaciones comenzaban ese día para prepararse mentalmente para la boda y para el embarazo qué estaba pesando. Miro su pancita tenía ya dos meses y comenzaba a notarse, sonrío al recordar su embarazo de Mihi, si fue triste no estar con sus alfas, pero al ver su pancita y recordar que un pedacito de sus alfas estaba con el, su sonrisa volvía, claro que su vida volvió a ser un infierno cuando se fue su pequeño sin siquiera poder conocerlo.

Suspiro secándose la lagrima qué se escapó de sus ojos, y recargo su cabeza en sus brazos mientras estos estaban en el escritorio, perdió tantas cosas cuando permitió que lo alejaran de sus alfas, de su familia, la adolescencia de Bahiyyih, ver a Lea emocionada al encontrar a su destinada, a su papá, los primeros años de su hijo, con ellos sus primeros pasos, sus primeras palabras, a sus hyungs llegando a los treinta años, ver crecer al hijo de Beomgyu y ganarse realmente el titulo de tío.

No lo pudo evitar se encontraba llorando, sabía que nadie lo culpaba a él, nadie a excepción de si mismo, podría culpar en voz alta a su madre, pero el también tuvo culpa al no defenderse, aunque no era así realmente era lo que pensaba para si mismo.

-No es bueno para nuestro bebé que estés llorando mi amor.

Levanto la vista encontrándose a Soobin, hizo un puchero, que el mayor beso rápidamente cuando estuvo lo suficientemente cerca.

-¿Pasa algo?

-Solo... Recordaba.

A Soobin no le gustaba ver llorar a Hueningkai o a Mihi, pero admitia que su omega se veía tan lindo cuando sus ojos se volvían un poco rojos al rededor de ellos, o sus labios... O el sonrojo... Se abofeteo mentalmente, era un momento serio.

-¿Todo bien?- Hueningkai negó, levantándose y abrazando (casi aferrándose al más alto)- ¿Qué pasa amor?

-Vino mi mamá... Ella quería que la invitará a la boda.

-No aceptaste ¿Verdad?

-No... Incluso la encare... Pero después de que se fue me fue imposible... No recordar todo lo que sufrí por su culpa.

Soobin los llevo al sillón qué había en su consultorio, sentandolo en sus piernas, volviendo a abrazarlo.

-Puedes llorar todo lo que quieras amor, y contarme todo lo que quieras también, estoy aquí... Hueningkai te puedo asegurar algo, ahora que te tengo de nuevo conmigo no va a ser tan fácil librarte de nosotros- bromeó- estas a meses de tener un niño más que te va a necesitar, y esta vez no te voy a soltar jamás.

-Gracias hyung... Te amo.

-También te amo Hyuka- dejo un beso en sus labios.

-¿Paso algo? ¿Por que estas aquí?

-Mihi y Yeonjun hyung fueron a ver a Sungho, y yo les dije que vendría a verte... ¿Ya comiste?

-En eso estaba cuando mi madre llegó.

-Iré a comprar algo de comer, quedate aquí.

Hueningkai rio bajándose de sus piernas y llendo a su escritorio.

-Te esperare hyung.

-¿Siempre?

-Siempre... Te amo.

-También te amo, pero no me digas eso que no voy a querer irme.

-Ya, ya, esta bien.

Una media hora después el alfa regreso con dos comidas, una para cada quien.

-Busque algo saludable, por eso tarde- dijo sentándose frente a el.

-Gracias, nuestro hijo y yo te lo agradecemos.

-Ese niño ya debe tener nombre.

-Es lo que estaba pensando, pero es algo que deberíamos hablar los cuatro- dijo mientras comenzaban a comer- Mihi también quiere participar.

-¿Si? ¿Ya hablaron de ello?

-Si, dice que quiere algo relacionado con el destino.

El mayor suspiro desanimado- a veces pienso que deberíamos prohibirle qué se junte con Taehyun, dice cosas muy profundas para un niño de cuatro años.

-¿Solo Taehyun? Si tu también dices cada cosa.

Soobin lo miro con los ojos entrecerrados- respetame, seré tu alfa pero sigo siendo mayor que tu, tu hyung.

-Esta bien, lo siento hyung.

-Tampoco lo digas así que me siento culpable.

Continuará...

DESTINO~YEONBINKAI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora