Memo sabe que Cristiano tiene razón, y es por eso que le comenta su idea a Lio en una noche que ambos están acostados, enredados en las extremidades del otro.-¿Te gustaría volver al mar?
Lio levanta la cabeza para verlo, sus ojos adquieren un brillo de emoción y es toda la respuesta que necesita Memo, incluso si no lo dice, en el fondo le emociona la idea de regresar a su casa.
-Me gusta aquí.
-Mañana te llevaré al mar, ¿de acuerdo? Iré a recogerte en la noche y volveremos a casa.
Lio sonríe, acercándose para besarlo. El beso es tan dulce como los otros que han compartido, Memo casi puede sentir el amor físicamente en la habitación. Se siente borracho de amor cuando lleva sus manos a sus muslos para cambiar sus posiciones, quedándose despiertos por horas después de que las estrellas llegaron a lo alto del cielo.
Al día siguiente, Memo se levanta más temprano y se derrite ante la sonrisa de Lio. Caminan hasta el muelle y van a la cueva, Memo no le quita los ojos de encima cuando el tritón se desnuda, sentándose sobre la roca y sumergiendo sus piernas en el agua. Ambos observan fascinados cómo se juntan, una capa viscosa las cubre y se transforma en la aleta escamosa. Las branquias regresan a su cuello y sus costillas, igual que su aleta dorsal y las membranas de sus manos. Lio sonríe, moviendo su cola para salpicar agua.
Se despiden con un beso, acordando verse en la noche. Memo hace su rutina de regreso, llegando al trabajo y encontrando rápidamente a Cristiano, tiene una pregunta que lo ha estado llenando de curiosidad.
Cuando Cristiano lo ve acercarse lo saluda, no es la misma hostilidad que le había mostrado antes y Memo cree que lo entiende. Él tal vez pensó que mantenía a Lio consigo en contra de su voluntad.
-¿Cómo supiste que Lio era...? -No termina la pregunta, sabiendo que él lo entenderá.
-A veces, sus ojos cambian de color. Suele pasar cuando hablan su lengua natal o interactúan con el agua, cuando lo ví llegar ese día a la playa sus ojos cambiaron. Pero la verdad es que lo ví desde antes. Aún es joven para la edad de un tritón, es curioso por naturaleza y lo encontré por casualidad un día, él no tenía idea de que yo estaba ahí, era mejor así.
Memo asiente, ahora son tres personas que conocen el secreto de Lio. No puede evitar preguntarse si lo llegaron a encontrar antes de que él lo conociera, después de llegar a esta playa.
Cuando sale del trabajo, se despide de todos, incluyendo a Cristiano. Camina con tranquilidad hasta el muelle, desamarra el bote y se sube, navegando hasta las rocas que forman el hogar submarino de Lio. Tiene recuerdos de la primera vez que lo vio, creyendo que era una beluga. Se ríe de su ingenuo yo del pasado.
Baja del barco y entra a la cueva, todavía es temprano y el turno de hoy lo dejó bastante cansado, ya no hay cobijas en el suelo pero está bien, ha dormido en peores lugares estando ebrio.
Memo se acuesta sobre la roca a esperar, la humedad y el sonido del agua chocando contra la piedra lo adormecen bastante rápido. En sus sueños, está de regreso en la playa desconocida, la arena blanca y el sol tocando el mar. Memo voltea a su alrededor hasta que distingue la figura de Lio.
Camina con tranquilidad hasta llegar a su tritón, Lio vuelve a verse mayor y le da una dulce sonrisa cuando se acerca para abrazarlo. Lio lo besa en la mejilla, manteniendo sus cuerpos juntos. Para cuándo el sol se oculta por completo y la oscuridad ocupa su lugar, Lio se ha alejado un poco, sus ojos celestes brillan como dos linternas en la noche sin luna.
-Dinləyir synge.
Memo parpadea confundido, Lio toma una de sus manos para presionarla contra su garganta, Memo puede sentir los movimientos debajo de su piel, la frialdad y la aspereza. Es incapaz de escuchar las palabras que salen de la boca del tritón, el mundo se ha quedado en silencio.
Lio presiona con más fuerza su palma contra su cuello y Memo puede sentir la vibración debajo. Cuando vuelve a mirar los ojos de Lio, de alguna manera lo entiende.
"Escucha mi canto"
Memo despierta sobresaltado, sus ojos tardan acostumbrarse a la oscuridad en la que está envuelto. Se sienta, esperando ver a Lio en el agua o a su lado. Su corazón se acelera cuando sale de la cueva y se da cuenta de lo tarde que es.
Y lo peor de todo.
Lio no está por ninguna parte.
ESTÁS LEYENDO
El canto de la beluga
FanfictionViviendo en un pueblo costero, Memo ha escuchado historias sobre los tritones. Criaturas de incomparable belleza y voces angelicales, dueños del océano, capaces de hipnotizar humanos solo con la mirada. Memo cree que son solo cuentos para niños. Per...