Memo despierta con un dolor de cabeza similar a una resaca fuerte. Abre los ojos para ver el peluche frente a su cara, sin rastro de Lio, le duele el corazón despertar sin su tritón entre sus brazos. Está demasiado acostumbrado a su presencia, tenerlo lejos duele tanto que no quiere levantarse de la cama.
Pero tiene que recuperarlo. Así que se pone de pie, cambiándose de ropa y recordando desayunar algo. Revisa la hora para salir y camina hasta la casa de Saúl, no puede evitar fijarse en el acuario, visible a la distancia, sabiendo lo que tratan de ocultar ahí.
Siente las lágrimas picando en sus ojos cuando toca la puerta, Saúl abre de inmediato, una sola mirada a su rostro lloroso y se ve envuelto en un fuerte abrazo. Memo se aferra con fuerza al consuelo, llorando mientras Saúl le acaricia la espalda, se siente extrañamente parecido a cuando perdió a sus padres, solo lo hace abrazarlo más fuerte.
Saúl lo abraza hasta que deja de llorar, Memo agradece que no diga nada hasta que entran y pasan a su sala, el resto del grupo ya está ahí. Memo se deja caer sobre un sillón, aceptando con una pequeña sonrisa en vaso de agua que le trae su amigo.
-Bien, estamos todos, ¿Qué está pasando? -Memo suspira ante la pregunta de Saúl, sin saber cómo explicar todo lo que está pasando.
-Necesitamos entrar al acuario y robar algo que tienen ahí. -Es lo que termina diciendo, mirando los rostros de todos.
-No entiendo. Trabajamos ahí, ¿no puedes solo entrar y ya? No nos necesitas a todos para esto.
Mira a Andrés en busca de ayuda, Neymar tiene un buen punto y se siente como si estuvieran perdiendo el tiempo. Andrés suspira, sacando una foto y mirándola.
-Lo que quiero llevarme, seguramente lo tienen muy protegido, no será fácil encontrarlo y en serio necesito ayuda. No puedo dejarlo ahí mas tiempo, quién sabe que tipo de cosas horribles le estén pasando mientras hablamos. Él no merece estar ahí.
-¿Disculpa? ¿Él?
Andrés le pasa la foto a Rafa, Memo puede ver el momento en que sus ojos se abren con reconocimiento. La foto pasa de mano en mano y todos voltean a verlo una vez que se dan cuenta de quién es.
-Tenemos que sacar a Lio de ahí.
La habitación estalla en caos. Kevin y Julián están con la foto, las cabezas juntas mientras murmuran con rapidez. Neymar parece tener problemas para procesarlo al igual que Rafa. Saúl ha comenzado a pasear por la habitación.
-¡Weyes! Eso no importa ahora, sirenito necesita rescate urgente, no que más de nosotros lo veamos como un fenómeno que poner bajo el microscopio.
Eso silencia efectivamente a la habitación, Andrés señala a Memo con una mano. -Y si no lo quieren hacer por sirenito, háganlo por Memin, nos necesita en este momento y nosotros nunca abandonamos a un miembro de la tripulación.
Las sonrisas en el rostro de todos es la respuesta que Memo necesita para que el nudo en su estómago se afloje, Julián pregunta suavemente la historia de Lio y él les cuenta, omitiendo algunos detalles, toda su historia.
Ha vuelto a llorar para cuándo llega al final, cómo se desesperó al no encontrarlo y la sospecha de que al acuario lo tiene. Todos están de acuerdo, pensando en un pasillo en específico que puede guiarlos al tritón.
-Hay cámaras ahí, no podemos ir a revisar por el día, además necesitamos la llave del lugar y nosotros solo tenemos la de la puerta principal. -Rafa comenta, mirando a la habitación.
-De hecho, tenemos las llaves de todo el lugar. -Saúl sonríe, sosteniendo un juego de llaves en la mano.
-Muy bien. -Kevin junta las manos, la foto de Lio olvidada en el sillón. -Hoy en la noche, iremos a buscarlo, una vez que lo saquemos de ahí lo regresamos al mar, hasta que sea seguro para Lio regresar.
El plan es sólido. Memo, Andrés y Rafa van a entrar mientras Julián junto a Kevin vigilan el pasillo, una vez que encuentren a Lio todos salen corriendo hasta la camioneta de Saúl, conducen lo más lejos que puedan siguiendo el mar y liberan a Lio.
Aunque Memo sabe que el resultado final siempre es el mismo, Lio regresa a dónde pertenece, le duele saber que las cosas deban terminar así. Pensar en alejarse del tritón... Es un dolor como nunca antes había sentido.
Pero su amor no es suficiente para mantenerlo a salvo.
Puede que sufra después, pero está tranquilo sabiendo que Lio está en el océano, nadando hasta encontrar belugas para viajar junto a ellas, quizás encontrando a su familia o más tritones.
Lio merece su libertad, recuperar su vida y poder vivirla. Memo nunca le quitaría eso. Aunque tenga que ser alejado de él.
Aunque duela.
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El canto de la beluga
Fiksi PenggemarViviendo en un pueblo costero, Memo ha escuchado historias sobre los tritones. Criaturas de incomparable belleza y voces angelicales, dueños del océano, capaces de hipnotizar humanos solo con la mirada. Memo cree que son solo cuentos para niños. Per...