-Si saben que nos pueden arrestar a todos por esto, ¿Verdad?
Nadie responde a la pregunta, ocupados mirando por última vez los planos del acuario. Canelo y Neymar los estarían esperando con la camioneta lista para huir, Julián y Kevin están llenando dos mochilas con linternas, tijeras, encendedores y demás cosas que los chicos consideraron serían útiles.
Memo, Andrés, Rafa, Julián y Kevin entrarían al acuario para poder sacar a Lio. Nadie sabe dónde está Cristiano, no ha respondido sus llamadas.
Memo está preocupado por él, esperando que se encuentre bien. Imagina que debe traerle recuerdos muy dolorosos, no va a pedir su ayuda sabiendo lo mucho que debe estar sufriendo por toda la situación.
-Repasemos esto, tenemos solo una oportunidad.
Julián se cuelga una mochila y le pasa a Memo la otra, Rafa sostiene un par de pinzas para cortar cadenas que Memo no quiere saber quién de todos trajo, Andrés vuelve a extender los planos del acuario.
-Entraremos por la entrada de servicio, la que tiene candado siempre. Entramos al Área A, descubrimos cómo abrir una de las puertas misteriosas y luego confiamos en el byakugan de Memo para saber a dónde carajo ir.
Saúl le da un golpecito en el brazo a Neymar cuando se empieza a reír. -Una vez que tengan a sirenito, deben salir lo más rápido que puedan, nos iremos de aquí de inmediato.
Todos asienten. Andrés extiende una de sus manos con la palma hacía abajo, esperando que todos junten sus manos. Con un poco de vacilación, todos juntan las manos en el centro.
-Sirenito es parte de la tripulación ahora.
-Y nunca abandonamos a un miembro de la tripulación -Memo murmura, el corazón lleno de afecto por sus amigos.
Con una última mirada, Memo lidera al grupo hasta la entrada. Rafa se encarga de romper el candado, Andrés silba, mirando a su prometido ponerse rojo. Memo contiene una risa, la puerta se abre con un chirrido y todos entran.
Se mueven con cautela, las luces están todas apagadas lo cual los hace tropezar unos con otros. Memo no sabe cómo van a lograr esto si son tan ruidosos y poco sutiles, si fueran piratas reales que dependieran del elemento sorpresa, los habrían matado desde el primer segundo.
Logran llegar a la sección A entre maldiciones susurradas y muchos más tropiezos por parte de los menores del grupo. Memo pasa saliva al ver la puerta, se apresuran a llegar, no hay guardias a la vista.
Intentan con la llave que le dieron a Memo y nunca regresó el día que tuvieron que limpiar el lugar, todos suspirando de alivio cuando funciona y la puerta se abre con un movimiento fluido.
Los pasillos blancos se ven aún más tetricos por la falta de luz, Julián les dijo que era mejor no prender las linternas, si hay personas ahí, se darán cuenta de su presencia por la luz. Caminar a ciegas no es algo que Memo quiera hacer, pero no tienen muchas opciones.
La habitación está tan vacía como el día que la limpiaron. Sin rastros de personas o cámaras, se apresuran a sacar linternas, explorando las paredes para buscar la manera de entrar.
Memo sostiene la linterna entre los dientes para poder tocar la pared, a la altura de su cabeza está el ventilador. Trata de buscar algún borde que le indique que hay una puerta, cada vez más frustrado cuando no encuentra nada.
Memo golpea su frente contra la pared, dando un paso hacía atrás cuando escucha un ruido. Todos se acercan cuando ven como se abre una puerta, ahora la parte difícil, saber a dónde deben dirigirse.
Apagan las linternas, Memo apoya una mano contra la pared para empezar a caminar, siente los latidos de su corazón acelerarse y agradece que nadie haga un solo ruido.
Pasan por otra habitación, la abertura del ventilador falso les permite ver qué hay adentro. Memo traga saliva al ver una única silla en el centro, sin nada más.
Respira hondo para concentrarse, sigue caminando, deseando en su interior encontrar a Lio pronto para salir de ahí.
Pasan por tres habitaciones más, todas vacías, se está poniendo nervioso mientras más segundos pasan sin saber a dónde dirigirse con exactitud. Memo se detiene cuando lo escucha, la voz de Lio, cantando.
-Por aquí, vamos.
Susurra, todos se apresuran a seguirlo. Memo camina por pasillos tratando de seguir hasta donde la voz es más fuerte. Llegan a otra puerta, Memo la abre sin dudarlo.
En medio hay un tanque, el vidrio está roto, el agua inunda la habitación. Memo puede ver el equipo médico esparcido por el suelo mojado, carpetas y notas imposibles de leer por estar en contacto con el agua.
Memo camina hasta donde el tanque está roto, viendo la enorme mancha de sangre en los vidrios restantes. El collar que le dió a Lio en medio de toda la sangre.
-¡Memo!

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El canto de la beluga
FanfictionViviendo en un pueblo costero, Memo ha escuchado historias sobre los tritones. Criaturas de incomparable belleza y voces angelicales, dueños del océano, capaces de hipnotizar humanos solo con la mirada. Memo cree que son solo cuentos para niños. Per...