Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)

Capítulo 20.

Tony no estaba solo. Y Abraham recordó por qué. Recordó quién era esa mujer a sus espaldas. Recordó que era la secuestrada de Tony, y de lo mucho que se había enamorado de ella. Tal vez sentía lo mismo que Abraham. Ese sentimiento tan fuerte, tan puro, tan igual, que los había llevado a amarlas muchísimo.

- Pensé que estabas...

- Volví. - Tony se adentró. - ella es Victoria. - la rubia era realmente hermosa. Tenía unos ojos verdes oscuro completamente indescriptibles y una bonita sonrisa. Ella estiró la mano. Se mostraba tímida. Tímida como Bianca al momento de conocer a los amigos de Abraham. Abraham apretó su mano.

- Mucho gusto... - le dijo él. La verdad no había nada en ella que le llamara mucho la atención. Y es que Tony y él siempre habían tenido gustos diferentes. - vale y...¿vas a explicarme que ha sido de ti?

- No tengo tiempo... - le dijo Tony. Entonces Abraham observó que ninguno de los dos, ni Victoria ni Tony, traían maletas en alguna parte. Su amigo cogió la mano derecha de Victoria y la entrelazó con la suya. - necesito hablar contigo.

- Hablemos...

- No Abraham, aquí no...

- ¿Por qué? ¿Qué mejor lugar que mi propia casa?

- Es complicado joder, entién... - Tony bajó la voz. Los tres se voltearon a mirar quién estaba tras ellos. Bianca  entreabrió los labios. Al mismo tiempo que los ojos se le llenaban de lágrimas. Sonrió. Y pronto se pondría a llorar. Victoria se apretó los labios, la miró con ternura, quería decirle muchas cosas, aquellas que jamás pensó que viviría con su propio secuestrador. Y ambas corrieron a abrazarse sin que alguien se los dijera. Unos llantos más y varios sollozos.

- Estás aquí... - Bianca  la miró enternecida. Abraham no le había comentado nada sobre ella y Tony. Sobre la relación que tenían.

- Pensé que lo sabías. - susurró Victoria, solo para los oídos de Bianca  - Tony y yo... - Bianca se volteó a mirarlo. Él solo hizo un gesto amable con la boca, parecido a una sonrisa. Debía admitir que Bianca era preciosa. Joder, en verdad lo era.

- Él es Tony, mi amigo... - le presentó Abraham. Ambos se saludaron. ¿Por qué no le había dicho antes que una de sus mejores amigas, por no decir que era la única que quedaba viva, salía con su mejor amigo? No sabía como interpretarlo.

- ¿Podemos salir a hablar un momento? - le preguntó Tony.

- Sí. - contestó Abraham, al notar que Victoria y Bianca ya se encontraban entretenidas entre las dos, por lo que ninguna se percató de la falta de ambos.