Capítulo XXIV

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Y la música se aligeró.

-    ¿Te puedo hacer una pregunta? - le interrogó él, Bianca asintió sin dejarlo terminar. Se abrazaron más fuerte. "She will be loved" sonó en los amplificadores. La onda bajó. Pero ellos seguían más juntos que nunca. - ¿qué sientes por mi?

-    Todo... - susurró ella. - eres lo mejor que me ha pasado en la vida. - Abraham le acarició la cintura. Todo esto le llenaba de alegría. ¿Cuándo él había significado tanto para alguien? ¿cuándo? - no te cambiaría por nada del mundo.

Se mecieron al compás de la música. Elevándose entre sus propios suspiros. La piel de Bianca arropaba la de Abraham con ternura y ligereza.

-    He pensado en algo...

-    ¿Qué? - le preguntó ella, separándose un poco para poder observar sus ojos.

-    No lo sé...

-    Dime... - susurró ella, acercándose a su oído. Abraham sintió una fricción en sus pantalones.

Bianca lo hacía temblar de pies a cabeza y de una y miles de maneras.

-    Es que...no lo sé, en serio... - repitió él, haciéndola desesperar.

-    ¡Dime! - Bianca le pegó suavemente el hombro. Más que un golpe, parecía una caricia para él.

-    Bien... era algo que quería decirte desde que volvimos a vernos...

Se detuvo un momento. A pesar de que la música seguía sonando y corriendo entre las demás personas que adornaban la playa esa noche. Solo ellos dos se habían detenido.

-    ¿Quieres mudarte conmigo a otra ciudad? - le preguntó él. - me refiero a que... - cerró los ojos con fuerza y los volvió a abrir llenándose de valor. Se le hacía tan difícil decirle a la chica que le gustaba, lo que pensaba para los dos. - quiero que nos mudemos, que vivamos en otra ciudad tú y yo solos... sin nadie más, empezar de cero... quiero... - la miró a los ojos. - quiero demostrarte que puedo ser lo suficiente para ti. - Bianca lo miró enternecida. Tragó saliva e intentó que aquel regocijo se le pasara. Pero no pudo. El nudo pasó de su estómago a su garganta, llenándole los ojos de lágrimas.

-    Abraham, yo...

-    No, no...déjame hablar. - le pidió él. - es la primera vez que quiero hacer las cosas bien Bianca... yo... yo no soy perfecto, pero por ti...podría serlo y hasta superar esa palabra. - Y convertiría su nombre en la siguiente definición de "perfecto". Solo si ella se lo pedía esa noche.

-    No quiero que seas perfecto... - le susurró ella. Lo abrazó por el cuello, pegando su fino cuerpo al cuerpo masculino de Abraham. - quiero... - juntaron sus miradas. En un momento único, donde él supo que jamás dejaría de quererla. - que seas tú. - le dio un pequeño besó en el mentón, dejando a Abraham con unas ganas incontenibles. - y sí, sí... por supuesto que quiero irme contigo, lejos, los dos solos... - Abraham la tomó de la cintura, sonrió tímidamente. La quería muchísimo. ¿Por qué? ¿Por qué se había enamorado de ella? ¿Por qué ella se había fijado en él? - llévame lejos. - era una duda que solo ellos dos podían contestar. - Y que nadie nos encuentre nunca...

Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora