Capítulo 22.

4.5K 338 7
                                    

-Te noto diferente. - le dijo Bianca. Tan inocente y sin intención de nada. Victoria intentó disimular, ahora sentada en el sofá principal de la casa de Abraham.

-¿Enserio? Estoy igual...eres tú la que está diferente. - ambas sonrieron. - Abraham te ha cambiado.

-Vaya, así que tú si conoces a mi novio pero yo no al tuyo. - Bianca sonrió, divertida. Lo que no sabía era que Victoria sabía muchas cosas más de Abraham que ella misma. Secretos. Secretos que ella aún no descifraba.

Bianca intentó disimular su mirada. Pero había mirado las mismas marcas más de dos veces.

-No es nada. - le dijo Victoria. Tragó saliva y se cubrió los moretones del brazo con la chaqueta.

-¿Cómo te lo hiciste? - preguntó Bianca, realmente preocupada.
Entonces Victoria prefirió callar por un momento. A pesar del tiempo Bianca seguía significando mucho para ella. Seguía confiando tanto en Bianca que empezaba a creer que también necesitaba saber la verdad. Verdad que Victoria ya sabía y que le había costado muchísimo afrontar. Los ojos se le envolvieron en lágrimas. Queriendo llorar tan fuerte como podía.

Desahogarse tanto...

-Abusaron de mí.

Bianca se puso una mano en los labios.

-¿Esto lo sabe Tony?

-Sí, por supuesto... - las lágrimas caían sobre sus mejillas rosas. A Bianca le dolía la garganta de tanto aguantarse el llanto.

*****

- Vive aquí. - continuó Tony. - está aquí y por eso he venido.

-¿Cómo sabes que vive aquí? - preguntó Abraham.

Entonces Tony cayó. Se hizo un silencio entre los dos por un largo tiempo. Necesitaba meditar su respuesta. Una respuesta que significarían miles de recuerdos. Los peores y más repugnantes de su vida. Recuerdos para él. Recuerdos para Abraham. Pero tenía que decírselo antes de que fuera demasiado tarde. Antes de que Victoria no fuera la única afectada, sino también... Bianca.

-Vive aquí. Y tú lo conoces... - Abraham tragó saliva. -Sé que ha sido el hermano de Andrea.

Y entonces todo se volvió borroso. Como si un inmenso huracán hubiera atravesado su vista. Como si un enorme volcán hubiera explotado en frente de sus ojos. Un volcán lleno de recuerdos, de secretos, de miradas, de llantos, de lágrimas, de insultos, de miedo... miedo puro, de rabia, del peor momento de su vida. Del que se sentía avergonzado. "Perdóname Andrea..."

Abraham endureció los pómulos.

-No tienes pruebas...

-Se está vengando Abraham.

-¡No! - gritó él.

-Él tiene una casa en la playa ¿lo recuerdas? Aquella que está justo al lado de la de mis padres... es ahí en donde me he quedado con Victoria todo este tiempo.

-Es imposible ¡JODER! eso pasó hace tanto tiempo... - Abraham tragó saliva.

-Él fue el imbécil que se atrevió a tocarla. Lo vi el mismo día Abraham, no había nadie más que nosotros y él. - intentó hacerlo entrar en razón. - se está vengando... - lo miró. Abraham colocó sus manos sobre su nuca. Esto... esto no podía estar pasándole. - por lo que hicimos con su hermana. -

Tony cerró por un momento los ojos, recordando aquello...

-También tenía que contarte esto... yo...por un momento llegué a pensar que... Bianca también...

-No. - respondió Abraham. - no tiene ni idea de lo que le pasaría si llega a ponerle un solo dedo encima.

-Entonces acabemos con esto. - le dijo Tony. - que sepa que se ha metido con la persona equivocada.

Abraham asintió. Y de esa forma caminó hasta su casa. Con un punto claro. Lo que le habían hecho a Victoria no tenía nombre. Y sabía que a Tony le había afectado más que nunca. Por eso demostraría que nunca nadie debía meterse con ellos, así esa persona involucrara su pasado. No debían meterse con ellos y mucho menos con las personas más importantes de sus vidas. Demostrarían lo peligrosos que podían llegar a ser.

Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora