- Me porté como un idiota, para variar. - Bianca negó con la cabeza mientras escuchaba las palabras de Abraham. - ella sabía de ti, sabía que me gustabas...que me gustas... - Abraham se acercó a sus labios y no puedo evitar besárselos. - y que todo ese tiempo que no estuvimos juntos no dejé de pensar en ti... - Bianca se relamió los labios suavemente. - éramos amigos, salíamos, ella...ella es asombrosa, te lo juro...debes conocerla... - ella asintió. Pero no podía negar que sentía celos por lo que decía de Jennifer. Pequeños. Casi inútiles, pero en sí...celos. - pero yo...jamás pensé que estuviera enamorada de mi.
- ¿Lo está?
- Me lo dijo...
Bianca le acarició una mejilla.
- Unos días antes de volver a verte... nos... - Abraham la miró a los ojos, ella asintió, dándole la confianza suficiente como para contárselo. - nos besamos. - él suspiró. - pero luego volvía a verte y...
- ¿Sentías algo por ella? - le preguntó Bianca. Y Abraham se sorprendió tanto de escucharla preguntarle eso ahora mismo. Bianca era perfecta. Lo era. Lo era siempre. Ahora más que nunca. No se podía creer que había dejado los celos a un lado solo para ponerse en su lugar. Para entenderlo. Para sentir lo mismo que él. Era increíble. Era genial. Era maravillosa. Era única. Y era...era suya.
- No, te lo juro...solo pasó... y ahora que vino de nuevo, me lo dijo todo de pronto... me dijo que estaba cansada de mi y de todo lo que había hecho solo para que me sintiera mejor... - Abraham endureció los pómulos.
Bianca se quedó callada, sin dejar de acariciar la mejilla de Abraham. Esa tarde estaba ahí para escucharlo desahogarse. No reclamos. No celos.
- Mi amor... - le susurró ella. - está bien, todo está bien...¿sí? - él asintió. Lo había hecho tranquilizar de un momento a otro. Era mágico lo que producía en él. Cada cosa era inexplicable. - sé que ella entenderá todo esto. - lo miró a los ojos. Abraham se sintió el hombre más afortunado del mundo.
- Pensé que lo tomarías de otra forma...
- Tal vez, pero no es el momento.
- ¿Sabes? - murmuró. - eres...eres perfecta...
- No digas eso...
- Lo eres. - le apretó la cintura, Bianca hizo lo mismo con el cuello de Abraham. Sintió los tibios labios de su novio besarle los hombros desnudos. - y yo...yo estoy tan lejos de serlo...
- Claro que no tonto.
- Claro que sí bonita. - sus finos labios subieron deseosos por todo el cuello de Bianca, ella se dejó besar. - sabes que no soy perfecto, que he pasado por tantas cosas... y aun así estás conmigo, ¿por qué?
- Porque te amo. - susurró ella. Abraham llegó a besarle la oreja, Bianca se estremeció por completo. - con o sin defectos... - Abraham sonrió en medio de aquellos besos.
- Tú me gustaste desde el primer momento que te vi. - y entonces recordó un fragmento de aquel día. En el que la había elegido de entre cinco mujeres. Ella siempre... siempre había llamado su atención. Bianca le acarició el cabello suavemente por detrás. - si no... no te hubiera secuestrado, mi amor.
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Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)
FanfictionCuando a Abraham Mateo, uno de los criminales más buscados en todo Estados Unidos, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Las Vegas, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó... fue enamorarse de una de ellas.