De noche. ¿Y donde estaba Abraham? ¿Por qué ni siquiera había llamado? Joder... y le había prometido que no se preocuparía. Que estaría bien hasta que este llegara. Pero no podía consigo misma. Necesitaba verlo y saber que estaba bien. Que todo había resultado bien.
- ¿Quieres uno? - Pablo le ofreció un cigarrillo. Bianca negó con la cabeza.
- No, gracias. - respondió ella. - ¿Tony te ha llamado? - le preguntó a Victoria.
- No... - contestó ella, decepcionada.
- ¿Y si les ha pasado algo?- preguntó Bianca preocupada.
- Abraham es un hueso duro de roer, haría falta todo el ejército militar para que a ese le pasara algo. - inquirió Pablo. - al igual que Tony.
Ni siquiera eso pudo controlar los nervios de Bianca y de Victoria. La verdad es, que ni Pablo ni Sean sabían lo que había pasado con ella y por qué es que Abraham y Tony habían salido. Victoria se puso de pie.
- ¿Te molesta si ocupo el cuarto de Abraham unos minutos? Estoy muerta del sueño...
- No hay problema. - le respondió Bianca, con una bonita sonrisa. Victoria desapareció en dirección al pasillo de habitaciones.
- Está buena. - sonrió Sean.
- No tanto... - se quejó Pablo.
- Ya estáis de nuevo, par de guarros.
- ¿Guarros, nena? Es solo una opinión. Si supieras lo que dice Abraham... - Habló Sean.
Bianca blanqueó los ojos.
- Tengo que salir. - Bianca se puso de pie, las miradas de aquellos dos hombres se centraron en ella esta vez.
- ¿A dónde vas? - preguntó Pablo.
- No sé... he estado todo el día aquí... solo quiero distraerme.
- ¿Te has molestado? - sonrió Sean. - me gustan las chicas así...
- Que te den. - Bianca le mostró el dedo del medio, apunto de abrir la puerta principal.
Sean volvió a reír, esta vez observando sin discreción el bonito culo de Bianca.
- ¿Quieres que te acompañe? - le preguntó Pablo.
- No te preocupes. - abrió y cerró la puerta, caminando lo más rápido que podía, alejándose de la casa de Abraham...
Algo de lo que se arrepentirá.
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Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)
FanfictionCuando a Abraham Mateo, uno de los criminales más buscados en todo Estados Unidos, le convocan para el secuestro de cinco chicas millonarias en Las Vegas, no duda ni un segundo en aceptar la oferta. Lo que no pensó... fue enamorarse de una de ellas.