Capítulo IV

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-    Te fuiste por meses. - le dijo su padre. - por meses, ¡y nunca te importo absolutamente nada lo que yo sintiera!

-    Lo siento... - se disculpó ella. Y esa era la historia de todos los días. Siempre era lo mismo. Discutían. Gritaban. Volvían a insultarse. Él la encerraba. Ya no confiaba en ella. No después de a ver pasado meses con un criminal. No sabía si es que sería capaz de hacerlo de nuevo. Por eso, prefería que estuviera casada con alguien más. - perdón...

-    ¡Cállate! - gritó su padre. Richard siempre había sido así. Toda su puñetera vida había tratado como una mierda a su hija. Y esta no era la excepción. - te vas a casar ¿vale? Él te merece, ¡Él! - gritó. - no otro perdedor que lo único que quería era burlarse de ti y pasarla bien...

-    ¡Basta! - gritó Bianca.

****

Abraham quitó los seguros de su auto. Abrió la puerta piloto.

-    ¡Abraham! - gritó Victoria, persiguiéndolo.

*****

-    ¿Vas a quejarte ahora? - Richard se le acercó. - ¿conmigo, mientras has estado acostándote con un criminal? - gritó. Ella cerró los ojos.

*****

Abraham se giró. Victoria soltó un respiro. Ahí afuera nadie escucharía lo que estaba por decirle. Algo que tenía que saber. Porque pensaba... que al menos podría importarle.

-    Necesito decirte algo. - le dijo ella.

*****

-    ¿No te gusta que te lo diga verdad? - Bianca se volteó. Escucharía las palabras de su padre, aunque le dolieran en el alma. - ¿Qué se siente a ver follado con un asqueroso criminal? - ella le volteó el rostro con una bofetada.

*****

-    ¿Es sobre Tony? - preguntó Abraham. Cerró la puerta del auto, aquella que había abierto antes de que Victoria lo llamara.

-    No, no...es... - Victoria respiró. No sabía como decirlo. "Vamos, tengo que hacerlo..." Pensó.

-    ¿Entonces?

-    Es sobre Bianca.

*****

Richard le cogió las manos antes de que ella pudiera golpearlo dos veces.

-    No sabes cuanto me avergüenzo de ti... - le dijo él. Bianca tragó saliva. - no sabes cuanto asco siento al escuchar a todos mis amigos hablar de ti como si fueras una sucia prostituta. - Bianca intentó soltarse. - no puedo creer que en todo eso se haya convertido mi hija...

*****

Abraham abrió los ojos un poco más. No había escuchado su nombre desde hace más de un año... no lo había escuchado porque aún le dolía. Porque aún la tenía presente cada vez que trataba de cerrar los ojos. Porque aún le dolía ese nombre. Esa persona. Esa historia. Cada cosa que había vivido con ella. La forma en la que lo había cambiado. Sus besos. Su sonrisa. Cada caricia, sus abrazos... sus gemidos cuando hacían el amor, su boca, su lengua, su corazón, su vida, sus sentimientos... ella... ella le importaba. Toda ella. De pies a cabeza. Aún sentía que podía perder la cabeza por Bianca. Pero no quería demostrarlo, a lo mejor ella... ya era feliz con alguien más en alguna parte del mundo.

-    ¿Cómo está? - le preguntó fingiendo con toda su alma el más mínimo interés.

Y la respuesta, le quitó el aire...

*****

Las lágrimas de Bianca cayeron de nuevo. Como cada noche.

-    No servirá de nada que te hagas la víctima conmigo ¿vale? , te he dado la mejor salida para todo esto... para que no se te ocurra escaparte de nuevo con algún imbécil por ahí...

-    No quiero casarme. - susurró ella. El rímel se corrió de sus ojos.

-    Nunca te pregunté si querías.

*****

- Abraham... Bianca va a casarse.

Secuestrada. {HOT} (ADAPTADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora