25: Esto fue una cita

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Guillermo está planeando algo grande que hace que su corazón se infle de orgullo más sin embargo por cosas del destino tendrá que retrasarlo a un día exacto.

Lionel ha planeado hacer una pijamada con Sergio mientras ambos cuidan de Santiago y Benjamin, no es algo extraño porque recuerda que cuando el bebé aún no nacía hacían este tipo de reuniones, iba a irse desde temprano así que Guillermo tendría el día libre algo solo pero está bien con ello, quiere que Lionel se distraiga de todo el estrés que puede estar pasando.

Sabe que olvidarse del primero amor no es fácil.

Va a dejar a Lionel y al bebé al departamento de Sergio y vuelve a su hogar pensando en ver una película y dormir toda la tarde más sin embargo se distrajo con su galería, viendo con ternura todos los momentos que ha capturado a través de la cámara pero más importante, en su mente, desde el primer baño de Santiago, la primera desvelada, la primera sonrisa entre mucho más momentos y los que faltan por delante.

Entonces llega una llamada.

Karla es una chica increíble, Guillermo la ve de esa forma, cariñosa, amable, honesta, sociable, entre más cumplidos que podría hacer, nunca antes había sentido esa seguridad de poder contar hasta lo más mínimo y que fuera un gran tema de conversación, no hay momentos incómodos, al contrario, siente que puede ser el mismo sin miedo a ser juzgado, adora pasar tiempo con Karla.

Contesta la llamada y era Karla.

— ¡Memo! Encontré un lugar lindo,
una cafetería con decoraciones
cómo de plantas ¿Estás ocupado?

— Para nada, la cafetería
se escucha interesante.

— Entonces acompáñame por favor
¿Te gusta la idea?

— ¡Por supuesto! Mándame
la ubicación y yo iré cuando
tú me digas.

— Vale, entonces nos vemos
pronto, bonito.

Con eso ambos terminaron la llamada y el rizado tuvo una pequeña sonrisa en su rostro al final preparándose para ir lo antes posible a encontrarse con Karla.

Ella desde un inicio le dice apodos que son cumplidos como lindo, bonito, guapo entre muchos más.

Se puso cómodo más sin embargo cuidando no verse flojo en la ropa para ir antes por Karla que saldría de su turno.

Pronto se reconocieron, Karla entro de copiloto y saludo más sin embargo sintió el asiento muy atrás, casi como si fuera a acostarse.

— ¿Por qué tan atrás? –pregunta Karla después de haber saludado a Guillermo.

— Oh, a Lionel le gusta así –responde.

Karla asiente y van camino a aquella cafetería que tanto le emocionaba a Karla enseñar.

Cuando llegan bajan y se adentran a la hermosa cafetería, Guillermo sonrió por ver lo feliz que se veía Karla al mostrárselo como si fuera el mejor descubrimiento de la historia, a decir verdad si era muy lindo, no solo tenía decoraciones como plantas si no que tenía en una esquina del lugar una cocina de juguete enorme con figuras del mismo tamaño de Sanrio.

Guillermo pidió un mostré y una bebida rosa parecía ser mientras que Karla pidió un frappé y una rebanada de pay de limón, apesar de que Karla quiso pagar Guillermo no le dejo y lo hizo el.

Después de agarrar una pequeña mesita para dos se sentaron en las sillas con la única distancia de la mesa entre ellos.

— Yo te invite, me hubieras dejado pagar –reclamo Karla en un tono suave solo para hacer plática.

— Si quieres para la siguiente invitas tu ¿Está bien? –la chica asintió y Guillermo sonrió para tomar un poco de su bebida.

Hablaban animadamente de tantos temas y específicos a la vez, era como estar con alguien que por fin quiere escucharte, alguien que no iba a comparar con su hermano con una simple mirada o le daría toda la culpa encima por cualquier cosa.

Si no fuera porque tenían sus relojes a la mano hubieran estado todo el día ahí, salieron y Guillermo llevo a Karla a su departamento.

Eran de la misma edad pero Karla ya vivía sola mientras que Guillermo con sus padres aún, cuánto deseaba también tener un departamento.

Ambos bajaron, Guillermo para asegurarse que Karla entrara al departamento.

— Nos vemos Memo, me divertí mucho hoy –se despidió Karla con una dulce sonrisa.

— Yo también, cuídate –dijo Guillermo.

Entonces sintió a Karla pararse de puntitas, solo un poco y darle un beso en la mejilla, juraba que sus mejillas se pusieron calientes al instante y un poco rojas.

— Guillermo, esto fue una cita.

Este no hizo mucho más que asentir con una sonrisa y ver cómo Karla se adentraba al edificio de su departamento.

Tardo tal vez unos minutos en reaccionar, cuando lo hizo se metió al auto, esa sonrisa aún no se desvanecía.

Es la primera persona con la que ha hecho salidas con el fin de divertirse, el estar completamente solo sin alguna amistad o persona con la cual hablar desde que se terminó la amistad entre el y Javier junto con Andrés.

Con Lionel sabe que solo fue por el tema del embarazo que hubo tanta cercanía, las hormonas fueron las causantes de que quisiera convivir más con el pero Karla por cuenta propia decidió conocer quién era Guillermo en realidad, un chico dulce que daría todo por cualquier persona.

Aunque el mismo sabe que no hay ni una sola persona que haría lo mismo por el.

Camino a casa no puede dejar de pensar que eso fue una cita.

Nadie se ha interesado en el románticamente, si no fuera porque se enamoró de Lionel tal vez nunca hubiera sabido lo que es el amor, se siente halagado de que alguien esté interesada en el.

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Lionel está en la parte de atrás del carro junto con Santiago mientras lo carga para que duerma.

Nota como Guillermo parece feliz e incluso un poco distraído mientras conduce, tiene una sonrisa hermosa como si su humor se hubiera hecho a base de algo, Lionel no lo entiende porque jamás lo había visto así.

— ¿Vos por qué estás tan feliz? –pregunta curioso Lionel.

— ¿Mhm? Oh, nada importante Leo.

¿No quiere ni siquiera decirle el por qué está tan feliz? Lionel entrecierra los ojos pero lo deja pasar.


Sweet Dreams | MechoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora