45: Una oportunidad

172 31 9
                                    

El sol se va asomando a través de la ventana, Guillermo molesto por pensar que había cerrado la puerta de su habitación decide voltear, normalmente duerme con una almohada a su lado así que decide abrazarla encontrando por sorpresa un cuerpo, abre sus ojos al instante y se queda quieto, los recuerdos llegan como si le hubieran aventado agua helada, se levanta de inmediato mientras niega.

No recuerda todo al pie de la letra pero lo que si es que Lionel apenas y podía caminar bien, desde que vio el beso con el brasileño estuvo celoso, ¿Y si por celos había obligado a Lionel para que se acostaran? Pensar en esa posibilidad le hizo sentir una ansiedad que hace mucho no sentía, se puso un boxer y se sentó en el suelo pensando en todas las consecuencias que tendría.

Lionel unos minutos despues comienza a despertar, mientras talla sus ojos busca del otro lado a Guillermo pero al no encontrarlo ahora sí abre bien sus ojos. Encontrarlo en el suelo no era algo que esperaba.

— ¿Te empuje y te caíste? –pregunta pero no recibe una respuesta, en cambio ve al mayor temblando como si estuviera al borde del llanto– ¿Paso algo?

— Te obligué a tener sexo conmigo ¿No es así? Perdoname, te lo ruego, s-soy un monstruo...

— Si uno de los dos obligó a alguien, fui yo, tranquilo, lo recuerdo todo perfectamente.

— Por favor olvidemos esto, no estuvo bien.

— ¡Pero yo no quiero olvidar esto! Pensé que ya no tenías sentimientos por mi pero ayer me demostraste soy correspondido ¿Me dirás que esto fue por el alcohol?

Y ante el silencio tuvo miedo de la respuesta, debía ser un tonto por pensar que Guillermo siempre lo esperaría hasta que se dignara a amarlo también, entonces ahora se había puesto en vergüenza así que se levantó para vestirse, quería irse lo más pronto posible.

— No quiero hablar de mis sentimientos aquí, no siento que sea el lugar indicado, no se si Javi o Sergio se fueron o están aquí.

— Está bien –respondio el argentino sin muchas ganas, al terminar de vestirse y ponerse sus zapatos salió con Guillermo que también ya estaba vestido, en la parte de abajo hay mucha gente dormida incluso en el suelo, salen al pequeño estacionamiento y se dan cuenta de que sus amigos están roncando en la parte de atrás, estaban sentados en una posición muy incómoda, Guillermo se puso de conductor y el otro no tuvo más remedio que ir de copiloto.

Poco a poco los de atrás abrieron los ojos.

— Te dije que si nos subíamos a su coche los íbamos a encontrar –habla Sergio con una sonrisa hacia su novio que se duele la espalda– ambos fueron los que más tomaron y ahora están como si nada, quiero su habilidad.

— Ni yo sé cómo no estoy crudo –susurro Lionel con una pequeña sonrisa.

El camino fue algo tenso, fueron al departamento de la pareja ya que ahí estaba la prima de Javier que cuidaba a los menores, solo iban a pasar por Santi que al ver a sus padres fue corriendo a abrazarlos.

En el camino a casa Lionel estaba atrás cargando a su pequeño ya que no quería irse de sus brazos, no había podido dormir bien toda la noche y tener a Lionel abrazándolo le reconfortaba más sin embargo se separaron cuando llegaron al departamento porque el argentino iba a darse un baño.

Cuando Lionel salió ya vestido fue turno de Guillermo para bañarse así que el argentino fue hacia su hijo y lo cargo.

¿Me extrañaste, mi niño?

Si... Muuucho.

Eran pocas las palabras que sabía decir más sin embargo alegraban el corazón del argentino.

— ¿Quieres jugar o dormir?

Aunque eran más los balbuceos pudo entender que su bebé quería jugar un rato así que eso fue lo que hizo aunque se detuvieron cuando el menor se iba quedando dormido así que al notar que era hora de su siesta lo llevo a su cuna para quedarse ahí mientras Santi se quedó dormido por completo.

Escucho la puerta y al voltear ahí estaba Guillermo ya vestido con un conjunto comodo que se va acercando poco a poco.

Ambos salen de la habitación de Santiago en silencio, Guillermo empezó a hablar.

— Se que dijiste eso en un momento de presión pero llevo años pensando que algo podía pasar entre nosotros, te ruego que no llegué con mentiras a ilusionarme-

— ¿Quién dice que esto es una mentira? Lo que te dije fue cierto.

— Me lo hubieras dicho antes Lionel, no hablaste.

— ¿Y vos lo hiciste? Si no fuimos novios hace años fue porque incluso cuando nos dimos nuestro primer beso no quisiste hablar de lo que pasó, me tratabas como un amigo y ahora... Reprimo tanto mis sentimientos que al darme cuenta de ellos estabas en algo con Karla, no quería arruinar nada, no digo que la hubieras dejado por mi, me refiero a que no quería que nuestra relación como padres de Santi cambiará. –admite con pena, necesita que Guillermo confíe en el de una vez por todas– Pero después todo salió peor porque ni siquiera somos amigos.

— Te amo desde que nos conocimos Lionel, se que tuve que dar el primer paso cuando estábamos en la escuela pero nunca pensé que te dejarías de interesar por mi.

— Me alegro de que no lo hayas hecho, gracias a eso tengo a mi hijo pero ahora nada puede detenernos, quiero estar contigo, incluso si en un futuro hay problemas los arreglaremos porque el amor que siento por ti es fuerte.

— Yo nunca te olvide, cuando estaba con Karla imaginaba que era tu quien ocupaba su lugar así que termine la relación, intenté olvidarte pero nunca lo he logrado, ahora se que mis sentimientos son correspondidos y no sabes lo feliz que estoy porque si me lo permites te puedo hacer la persona más feliz, te voy a cuidar junto con Santi.

— Guille... Tu me hiciste feliz desde el primer momento que juraste proteger a Santiago como tú hijo, yo también quiero hacerte feliz porque poco a poco sin que lo planeara me enamoré de ti.

Se besaron, prometiendo intentar un futuro juntos y por fin darse la oportunidad que merecían hace tanto tiempo.


























































































Sweet Dreams | MechoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora