Sweet Dreams | Mechoa

29: Miah

Siente sus ojos agaudarse mientras espera en la ventana, piensa que ha sido una niña mala y por eso su tío Guillermo ya no ha venido a verla.

Sintió los brazos de su papá rodearla.

— ¿A quien esperas? –pregunto.

— A nadie... –respondio de inmediato Miah para subir a su habitación.

Tal vez Guillermo ha descuidado un poco las visitas con Miah ya que desde que cambio su vida y decidió hacerse cargo de Santiago ha visitado a su sobrina siete veces y las visitas son cortas, actualmente la menor tenía dos meses sin ver a Guillermo ya que este dejo de ir en cuanto nació Santiago.

No era a propósito solo que no tenía tanto tiempo como antes.

Emanuel, padrastro de Miah ve a su esposa Laura buscando una explicación del comportamiento de la menor pero está intenta evitar la mirada, recuerda con atención la condición que había puesto para hacerse cargo de Miah, no tener contacto con la familia de su padre biológico pero es que ver lo dulce que era Guillermo con su hija y como le brindaba todo el amor del mundo le hizo olvidar por completo tal acuerdo.

— ¿A quien tanto espera?

— Te dijo que a nadie, le gusta mirar los autos pasar ¿Que puedo decirte? Los niños son...

— Laura.

Esta tomo su vientre de cuatro meses buscando excusarse.

— Como que me duele el vientre, uy, creo que voy a vomitar, ya vuelvo.

Casi corriendo Laura se fue al baño, fue mentira, pensaba en como salvarse de esta.

Luego escucho su tono de llamada, había dejado el teléfono en la sala donde anteriormente estaba.

— ¿Ochoa?

Su esposo había contestado, Ochoa, seguro había llamado Guillermo para preguntar cuando podía pasar a ver a Miah, sintió la adrenalina pasar, ya veía su divorcio por ocultarle tal cosa a su marido.

Salió lista para una discusión en cambio vio a su marido sentado mientras veía la televisión.

— Estaba esperando señales de su tío, hermano de ese pendejo.

— Yo... Amor sabes que no pondría mi confianza a alguien desagradable, Guillermo es diferente a Rafael, se me hacía injusto no dejar que viera a su sobrina.

— Luego vendrás y dirás qué siempre si Rafael es un papá ejemplar o algo por el estilo.

— No es así –dijo Laura– Miah ama estar con su tío, se que tú habías dicho que no pero por favor...

— Solo me hubiera gustado que me lo contarás, si quieres vuelve a hablarle y después hablaremos mejor del tema, se me hacía raro que en un boleto de la suerte hubiera salido una cocinita, supongo que fue el.

Esta asintió y agradecida de que su esposo no se enojara con ella por tal secreto llamo a Guillermo, este contesto disculpándose al instante.

— ¡No sabía que el me iba a
contestar, perdóname, perdón!

— No se ve tan molesto,
creo que no va a pasar a
mayores, ¿Paso algo?

— No pero si, me gustaría llevar a
Miah al cine o comer algo, no se
que día puedes prestarmela.