35: Enfermo

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- Ya mi niño, no llores por favor -pidio Lionel.

Siente que hizo algo mal, hace poco dejo su trabajo en busca de uno nuevo que fuera en el día, por suerte encontró un trabajo donde pocas veces tendría que ir a la oficina, regularmente estaría en casa con un computador.

Es de las primeras noches que pasaría en casa completamente solo con Santi, Guillermo iba a salir tarde y después iría a cenar con Karla.

Desde que Guillermo se fue a trabajar pudo notar que Santi estaba un poco sensible, lloraba mucho y no entendía la razón ya que hizo de todo para solucionarlo, al principio no quiso llamar a nadie porque era humillante para el no entender lo que le pasaba a su propio hijo, no tardo mucho en rendirse, le había tomado la temperatura a su bebé y parecía tener mucha calentura.

Después de una hora que fue cuando por fin decidió ver su temperatura decide ir a un hospital que esté abierto, ni siquiera había buscado donde se llevaban a los bebés cuando se enferman, comenzó a llorar con Santiago mientras buscaba información en internet.

Lo llevaría a un hospital pediátrico infantil que no quedaba a más de una hora, empezó a buscar que papeles tenía que llevar y tratando de apurarse pidió un taxi, no quería molestar a Guillermo ya que no parecía ser grave.

Tardo un poco en conseguir un taxi, con prisa llegó al hospital, en todo el camino Santiago no había parado de llorar.

Cuando llegó al hospital supo que no sería algo rápido, apesar de la hora habían un par de bebés o niños con sus madres.

Al hacer el papeleo para que pudieran atenderlos quedó indignado ya que no les dieron prioridad, que iba para una consulta normal, casi insulta a la doctora más sin embargo se notaba a gran distancia que era un papá primerizo así que quería guardar la calma y esperar que todo saliera bien.

Definitivamente se estaban tardando, aún no le habían llamado y ya había pasado media hora, vio la hora y realmente era noche, Santiago estaba calmando su llanto y pronto se estaba quedando dormido pero se sentía inquieto al respecto, quería que ya le dijeran sobre el estado de su bebé porque no creía poder soportar más.

No había revisado su celular hasta que escucho una vibración, dios, 17 llamadas perdidas de Guillermo y más de cincuenta mensajes, contesto con temor.

- ¿Paso algo? No me avisaste que saldrías y Sergio me dijo que no estás con el.

- Yo... Santi se puso mal, tiene mucha temperatura, lo traje al hospital, clínica, no se ni que es, tengo miedo, esto nunca le había pasado.

Guillermo escucho la desesperación en la voz de Lionel, no servía de nada quejarse por qué no lo llamo, solo arruinaría las cosas.

- Pásame la dirección, voy para allá, tranquilo, todo va a estar bien Leo.

Había pasado media hora y Lionel no había dejado de llorar en silencio, se sentía tan tonto por no saber nada respecto a su bebé, pronto sería su turno pero ni siquiera sabía que iba a decir.

Alguien puso en su espalda un suéter buscando taparlo, se asusto al principio pero pudo ver al instante que era Guillermo que pronto se sentó al lado de el para ver con cuidado a Santiago que estaba dormido.

- Su temperatura ha bajado solo un poco a como había empezado -explico Lionel.

Guillermo solo asintió ofreciéndose a cargar al bebé, Lionel acepto la ayuda, estaba listo para lo que fuera a preguntarle el doctor, le había pedido ayuda a Javier que solía desvelarse, no quería despertar a Sergio.

- No importa si estoy en mi propia boda, si algo le está pasando a Santi o a ti llámame, realmente me asuste al no verlos cuando llegue a casa.

- Lo lamento, quería que vieras que soy capaz de cuidar a Santi sin ayuda pero no pude hacerlo, se enfermo en cuanto yo me encargue de cuidarlo.

- No fue algo que planeaste, incluso si yo me hubiera quedado con el no habría forma de que lo supieras, no tienes que demostrar nada, eres un gran padre.

Lionel iba a decir algo pero por fin lo llamaron para que atendieran a Santiago, Guillermo le reconfortó, esperaría afuera.

Para Lionel pronto fue fácil tratar con el doctor, contestaba lo que preguntaba y aveces daba más información si venía con el tema.

Por suerte solo era un resfriado común.

Una semana después Lionel también se enfermo de tos así que Guillermo se tomó el día para cuidar de ambos.

- No es necesario -dijo Lionel que intento levantarse para cargar a Santi que lloraba pero Guillermo se adelantó.

- Tienes fiebre, mejor descansa.

Rendido Lionel hizo caso, por suerte estaba Guillermo para cuidarlo.







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Sweet Dreams | MechoaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora