— Dímelo Guille, ¿Javier es un imbecil?
— ¿A qué quieres llegar?
— Solo quiero cuidar el corazón de mi mejor amigo, no la tuvo fácil con el pelotudo de Andrés y temo por el interés que le está dando Javier, es algo repentino.
Lo entiende, Javier tiene fama de ser un adolescente calenturiento y mujeriego pero su repentino interés por lo hombres ya tenía un poco de tiempo cuando comenzó a salir con un portugués.
Aunque nunca vio a su amigo tan enamorado como ahora, tan risueño y de buen humor, admite que en un principio pensó que Javier intentaba olvidarse de su mal amor con Sergio, a mano propia fue a avisarle que se detuviera pero las palabras con la que su amigo describió lo que sentía por el argentino le hicieron dejar de dudar.
— Son buenas intenciones, solo están en citas pero no hables tan fuerte porque Andrés puede escucharnos.
— ¿Ese no está ocupado en rogarle a tu hermano?
Lionel hablo con burla y Guillermo le miro mal.
Andrés tenía a Sergio como segunda opción cuando Rafael hacía algo para herirlo.
— No me mires así, se que tú hermano es tremendo...
— Ni siquiera lo conoces en persona, es una persona muy buena, lo prometo pero en el amor no es alguien quien uno pueda seguir.
— Dale, pero no te enojes –sonrio Lionel acercándose para rodear sus brazos en el cuello de Guillermo para abrazarlo.
¿Los amigos se tratan de esa manera? Sabe que son jóvenes pero dios, que no daría por tener a Lionel como su novio, es un chico tan dulce y en el fondo sabe que ambos tienen ese algo, solo necesitan un momento para hablar de sus sentimientos, cuando ambos estén listos.
Guillermo es un chico tímido con sus sentimientos, solo tiene 17 y las emociones que siente gracias al argentino suelen ser difíciles, está enamorado de este desde hace dos años pero lamento aún no atreverse a decir lo que siente pero sabe que todo irá mejor si se toma su tiempo.
Lionel espera a que Guillermo de el primer paso porque también es demasiado tímido y todo esto es nuevo para el también.
Ha llegado San Valentín, Guillermo para su mala suerte ha sido levantado casi de madrugada por Javier para ir a buscar en tiendas algo para regalarle a Sergio ya que se le olvidó por completo hacerlo para el día anterior.
— No mames, para que tan temprano si ni abren.
— Es como el tianguis del día de Reyes, se ponen porque saben que van a vender bien, ándale Memo, corre o se nos hará tarde.
Con la ilusión rota de volver a su cama le avisa a sus padres aunque no le hicieron mucho caso, Rafael escucho y le exigió a Guillermo que comprará algo para Andrés se su parte.
No era de extrañarse que Guillermo fuera el diseñador de los regalos para las parejas de su hermano, Rafael no veía problema en mandar a Guillermo ya que no le gustaba perder el tiempo en cosas para alguien más que no fuera el.
Tal vez estuvieron dos horas buscando, Guillermo nuevamente confirmo lo enamorado que estaba Javier al notar el detalle que puso cuando escogió las cosas, pensó que solo escogería cualquier cosa sin tomarle importancia pero su amigo lo había sorprendido de nueva cuenta, en el último local que visitaron la pregunta llego a el.
— ¿No vas a regalarle algo al Leo?
— ¿Debería de hacerlo?
La reacción de Javier le hizo sentir que había preguntado algo estúpido.
— Pues si están enamorados...
Tal vez aún no estaban listos pero no ha escuchado de alguien que muera por un regalo, se decidió por unos chocolates, un peluche y una sudadera que según el era nueva y no se la había comprado específicamente pensando en Lionel.
Cuando llegó de nuevo a casa por su mochila Rafael le arrebato los chocolates y dulces sin importarle que Guillermo había comprado algo específicamente para Andrés, al final solo se quedó con la sudadera, sin importarle mucho de camino a la escuela paso por otros chocolates.
Cuando llegaron vieron fácilmente a todas las parejitas, poco después de entrar perdió de vista a Javier que buscaba a Sergio con prisa para ver su reacción, deseaba que le gustará porque o si no, no sabe lo que hará con las flores y todos los demás regalos.
Dónde está Sergio estará Lionel, tardo tal vez unos diez minutos en encontrar a los argentinos, Lionel estaba un poco alejado ya que su mejor amigo estaba agradeciendo por los detalles a Javier con alegría.
Se acercó y al estar enfrente de Lionel tal vez el aliento se fue, sintió nervios ante la mirada del argentino.
No se necesitaron palabras para que Lionel entendiera que lo que en ese momento Guillermo tenía en sus manos era para el, mostró una sonrisa dulce junto sus mejillas ardiendo pero no tomaría las cosas sin que el mayor lo hiciera.
— Yo... Te compre algo –despues casi aventó las cosas a Lionel antes de quedar más en ridículo, buscaba irse pero el argentino no le dejo hacerlo.
— Muchas gracias, yo también te traje algo, se que te gusta Marvel y espero que te guste.
Eran dos llaveros, uno de Spiderman y otro de Iron Man junto un cuadro hecho a mano de su superhéroe favorito, no dudo en abrazar al menor agradeciéndole por el detalle, admirando cada mínima cosa del contacto.
El cuadro era realmente hermoso, Lionel pintaba en sus ratos libres y que un artista te regale una de sus obras es algo muy especial.
El mundo se detuvo y como solo estuvieran ellos dos se acercaron poco a poco, tal vez fue el día en el que estaban, todo lo que representaba San Valentín.
Guillermo quiere tomar la iniciativa por primera vez en su vida y con delicadeza agarra con su mano el mentón de Lionel que está quieto pero no ha puesto resistencia, tiene una gran sonrisa por lo que puede pasar.
Sus labios por fin se encontraron con los del mayor haciendo una corta danza.
Ese día ambos dieron su primer beso y por primera vez no sentían miedo de sus sentimientos, por suerte sus amigos ya se habían alejado para darles un momento.
Ese día también fue el primer y último beso de Guillermo junto Lionel porque nunca hablaron de lo que sentían con sinceridad, lo dejaron en qué se habían dejado llevar y después...
Todos sabemos que paso después.
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Sweet Dreams | Mechoa
أدب الهواةLionel se enamoró de la persona equivocada, Guillermo siempre estuvo para el, sin embargo solo era la sombra de su hermano mayor, Lionel lo creía así.