Sweet Dreams | Mechoa

27: Pintar

Estaban bien con el color de las habitaciones, sin embargo el de Santi les causaba conflicto, algo descolorido para un bebé, ambos se pusieron de acuerdo y al día siguiente de la sorpresa se pusieron manos a la obra para dejar listo el cuarto de Santi, sería la primera habitación que estaría completa.

Para pintar las paredes era necesaria la pintura, el olor era demasiado fuerte así que se le encargó a Sergio cuidarlo mientras ellos se organizaban para darle la sorpresa al pequeño bebé.

Al dejar a Santi con la familia de Javier iban a ir directo a Home Depot, una tienda que tenía todo lo necesario para lo que buscaban, esencialmente la pintura.

Agarraron un carrito y comenzaron a pasear por la tienda perdiendo concentración al objetivo en el camino con diferentes cosas, como para el baño, la sala de estar estre más cosas.

- Podemos buscar ideas en internet sobre como pintar el cuarto -sugirió Guillermo y el menor asintió feliz prendiendo su teléfono.

Se decidieron por una idea en específico, se trataba de el cuarto de azul celeste, en el techo pintar un par de nubes blancas y a unos emocionados padres se les ocurrió que era buena idea ir comprando muebles, empezaron con una lámpara que sería segura para el techo en forma de avión, un mueble en blanco y gris grande donde estarían cosas como ropa, juguetes o cosas de su pañalera, en la parte de arriba funcionaba como cambiador, un sillón invididual de color gris, decoraciones para la pared como un cohetes y nube esponjosa con cara, una alfombra medianamente grande en tonos fríos del planeta tierra.

Los muebles grandes serían encargados por la tienda de llevarlos hasta el nuevo apartamento, después fueron a una tienda para bebés donde habían varias cosas que podrían necesitar, tenían que aprovechar el viaje, compraron cosas variadas como ropa para un bebé prematuro de dos meses ya que era distinta a la de un bebé nacido a termino, también pañales, toallas húmedas, un sonajero, un jabón corporal para bebé al igual que shampoo y una tina de baño para facilitar las ocasiones que le tocará baño a Santiago, compraron más de la fórmula que le daban ya que se estaba acabando y dos peluches, uno de la película Dumbo y otro de un oso que con pilas podía parecer que respiraba como si estuviera durmiendo.

Tal vez se habían excedido pero daba igual si era para Santiago, por eso ambos trabajaban tan duro, para darle algún día la vida que merece.

Iban ya a pagar cuando Guillermo se detuvo abruptamente ante una silla para auto, en la caja decía que se acomodaba y con ella podías durar un par de años sin necesidad de cambiarla, la idea sonó increíble, por suerte no tendrían que gastar en carriola ya que Sergio le había dado a Leo la que anteriormente fue de Benjamín.

- ¡Es perfecto Leo! Incluso se le puede comprar después una cámara para que podamos verlo mientras nosotros vamos adelante.

- Pero no creo que sea tan necesario...

Pero el rizado no se rindió y ya tenía en el carrito una silla gigante.

Cabe aclarar que ambos pelearon a la hora de pagar ya que cada uno por su cuenta quería pagarlo sin ayuda pero el otro se negaba, hasta que quedaron en qué todo se iba a dividir en partes iguales.

De camino a casa pusieron música, cualquier artista era bueno debido a que tenían gustos en común, cantaban y bailaban al ritmo de las melodías en sus asientos.

Lionel estaba agradecido con la vida por haber puesto a alguien tan maravilloso como Guillermo en su vida.

Sabía bien todo lo que estaba haciendo el mayor por el.

Desde que se conocieron el mayor siempre ha estado a su lado, incluso cuando el haberse enamorado de su hermano era algo tóxico y llegaba a desquitarse con Guillermo este siempre estaba para el, se estaba haciendo cargo de un bebé que no era suyo de sangre pero lo trataba como si fuera hijo propio sin ninguna grosería o mal momento, había comprado un apartamento en una zona segura para los tres y jamás le culpo por haber adelantado el parto de Santiago y poner su vida en riesgo.