17

692 81 18
                                    

Felix se cambió como un rayo apenas se alejó de Hyunjin y abandonó el set de la forma más rápida posible sin importarle una mierda que aún era medio día y que probablemente podrían regresar a la escuela para firmal las primeras escenas del capítulo 8.

Chan al verlo tan alterado por lo que acababa de pasar ni siquiera le dijo nada cuando lo vio subirse a la camioneta sin preguntar, simplemente corrió para subirse a la camioneta y conducir rápido al departamento, Felix estaba a punto de entrar en una crisis nerviosa, podía verlo, el cómo empezaba a temblar, sus ojos llenos de lágrimas y sus uñas clavándose en la carne de sus brazos al estarse abrazándose a sí mismo.

Felix se sentía tan mal, no dejaba de temblar y tenía demasiado dolor en el pecho, le estaba empezando a costar respirar, afortunadamente ya estaban llegando al departamento así que apenas la camioneta se estacionó, se perdió, solo sintió como los brazos de Chan lo rodeaban y lo llevaban cargando hasta el elevador del edificio.

El aroma tan familiar del mayor y el hecho de escuchar sus latidos acelerados inclusos si su oreja estaba en su hombro y no en su pecho, le dejaron en claro lo mucho que el castaño se preocupaba por él.

Cuando menos se dio cuenta ya estaba en la sala de su departamento, aún demasiado tembloroso y con la respiración irregular, Chan desapareció de su vista solo para buscar los medicamentos que la psiquiatra del menor había recetado cuando se diera un ataque, si bien Felix actualmente solo veía a una psicóloga, en el pasado tuvo que asistir a una psiquiatra, por lo que Chan ya sabía su historial y aunque ya hubieran pasado un par de años, el seguía comprando el medicamento para los ataques que la mujer recetó en su tiempo.

Tardó un momento en encontrar las pastillas, apenas lo hizo volvió a la sala, pero antes de poderle dar las pastillas una llamada lo interrumpió y como era a su número del trabajo supo que lo más seguro es que fuera el director.

Felix básicamente había escapado de la casa donde estaban grabando y él se lo había llevado sin decirle nada a nadie, sacó el teléfono solo para ver que en efecto era el director así que contestó caminando de regreso a la sala para darle el medicamento a Felix, pero al ver al menor quieto supuso que estaba un poco más tranquilo, así que se concentró en contestar y evitar que un regaño cayera sobre Felix.

Lo que Chan no sabía es que Felix no estaba quieto porque estuviera tranquilo, sino porque estaba leyendo un mensaje que Rachael le había enviado segundos antes de que Chan se fuera a buscar las pastillas.

Un mensaje que lo dejó plantado en su asiento, imposibilitándole moverse debido a todo lo que significaban esas simples 6 palabras:

Papá está hospitalizado, tenemos que hablar.

No...

No, no, no, no, no, no podía estar pasando.

El teléfono cayo de sus manos sin poder sostenerlo más, su cuerpo comenzó a temblar violentamente mientras sus ojos se llenaban de lágrimas y la presión en su pecho se volvía asfixiante, el peso en su estómago le trajo náuseas y en un momento empezó a ver borroso...

Se iba a desmayar.

El grito de terror que soltó cuando el peso de esas palabras cayó sobre él fue tan desgarrador que Chan se asustó, eso sin duda hasta el director lo escuchó, por lo que el castaño tuvo que colgar y correr de nuevo donde estaba Felix, sacando un par de pastillas para que se las tomara.

Se agachó junto a él pues el menor estaba arrodillado en el piso, apretando su pecho porque simplemente no podía respirar, pero al mismo tiempo quería vomitar y eso lo estaba haciendo sentir sofocado.

—Lix, tranquilo, respira y tomate esto—pidió sintiéndose asustado, era la primera vez que veía a Felix tan mal ¿Qué había pasado?

El rubio lo intentó, de verdad lo intentó, pero las pastillas una vez en su boca simplemente no pudo pasarlas, por más que trató de tragar no pudo, las terminó escupiendo porque eso solo lo hizo sentir más sofocado, las lágrimas no dejaban de salir, nublándole la ya de por si borrosa vista, Chan se sentía inútil, no sabía qué hacer para calmarlo, el medicamento no sirvió de nada básicamente porque Felix estaba demasiado alterado como para tomárselo, no podía recurrir a la fuerza porque eso solo lo empeoraría y mantenerlo abrazado no estaba funcionando debido a que el menor estaba temblando tan fuerte que lo mareaba y por más que le estaba hablando no hacía ni caso de lo que decía, sus sollozos y jadeos además de su desesperación por respirar y no vomitar lo estaban llevando al límite...

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora