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Cuando Chan regresó a su sala se encontró con Felix solo mirando con curiosidad todo lo que estaba en su escritorio.

—¿Y Changbin?

—Volvió al trabajo—dijo el rubio sentándose de nuevo—¿Y eso? —señaló los discos en su mano.

—El regalo para Minho—se sentó en su silla y empezó a hacer unos pequeños pendientes—¿Te dejo aquí solo así nada más?

—Tranquilízate, ya tengo su número y una cita mañana con el—sonrió y solo así Chan también lo hizo.

—Muy bien—terminó lo que estaba haciendo y se levantó—Vamos, tenemos que envolver esto y arreglarnos para la fiesta.

El menor asintió y se fueron de ahí juntos, la casa de Minho y Jisung quedaba algo lejos así que tenían que salirse con tiempo, en el camino pasaron a comprar papel de regalo y unos moños, después siguieron su recorrido en silencio.

Silencio que solo duro 3 minutos hasta que Chan tuvo que preguntar.

—¿Cómo te llevaste con Changbin?

—Es lindo, me agrada y no es un idiota.

—Al menos contigo aun no lo es—murmuró más para sí mismo que para contestarle, a veces Changbin se ponía difícil y si, Chan ya lo había conocido como un idiota.

—¿Qué dijiste?

—Nada bebé, nada—sonrió y mantuvo la vista al frente—¿Te gusta?

—Es guapo.

—¿O sea que si hay oportunidad?

—Si, la hay.

—Genial—dijo contento habiendo un mini bailecito de la felicidad, Felix solo se rio.

—No te ilusiones aun casamentero—picó su costado—puede que en la segunda cita haga algo que no me guste, sigue a prueba.

—Conozco lo suficiente a Changbin como para saber que no fallara, no si se trata de ti.

—Si, me dijo que desde que vio uno de mis dramas tuvo un flechazo.

—Él es un buen tipo Lix, estoy seguro de que las cosas se desarrollaran bien entre ustedes.

—Eso espero.

Si, eso también esperaba Chan.

Al llegar al departamento Chan se metió a bañar mientras que Felix seleccionaba un nuevo conjunto de ropa, algo apropiado para la fiesta de Minho, sabía que la casa tenía un enorme jardín donde se llevaría a cabo la comida, pero como ya estaba haciendo el suficiente frio sabía que tenía que escoger algo más abrigador de lo que llevaba.

Escogió la ropa para ambos, siendo siempre un contraste grande porque la mayoría de ropa que Chan tenía ahí era negra, muy contraria a la suya que iba desde un suave gris claro hasta los colores pastel.

Cuando Chan salió de la ducha encontró su conjunto en la cama y sonrió, Felix lo conocía demasiado bien, ahora le menor estaba en la sala, envolviendo los discos con el bonito papel de regalo que el mayor compro de camino a casa.

—Se ven lindos.

—Gracias—sonrió y terminó de colocar los moños—Yo envolvía los regalos de cumpleaños para Olivia...—suspiró.

Chan simplemente lo abrazó por detrás, dejando su frente apoyada en su hombro, la familia de Felix era un tema bastante delicado que podía cambiar el humor del rubio muy fácil.

—Vamos príncipe, tenemos que irnos.

El menor solo asintió y tomando los regalos se fueron.

A lo mucho fue 2 horas de camino, iban escuchando música variada hasta que salió una canción de Seungmin.

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora