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Changbin le había dicho que esa semana iba a estar ocupado, pero que sus citas se reanudarían en la siguiente, algo que Felix aceptó.

Ese día no habían ido a grabar porque amaneció con demasiada lluvia, así que estaba solo en su departamento... con Chan.

Solos.

Con la oportunidad perfecta para empezar a "practicar" cuando el momento con Changbin llegara.

Felix estaba nervioso, pero se sentía listo, Bang Chan era la persona en la que más confiaba en el mundo, solo a él le podía pedir un favor como este...

Y Chan... bueno Chan estaba a punto de un colapso mental.

Felix estaba en su cuarto, en la cama, esperando.

Él estaba en la cocina bebiendo un té porque la verdad no se sentía capaz de hacerlo.

Iba a tener sexo.

Sexo con Felix.

Con su pequeño rayito de sol.

De solo pensarlo ya se sentía mal, incorrecto, blasfemo, horrible, traumático y todo lo malo que se le pudiera ocurrir en ese momento porque así tenía que ser.

Pero ya lo había prometido, y si algo caracterizaba a Chan era que nunca rompía una promesa.

Así que se acabó el té de un sorbo y lavó la taza, después de eso fue a la habitación, Felix estaba sentado en su cama, abrazando una almohada y mirando hacia el ventanal de su habitación, viendo como las gotas de lluvia golpeaban contra este de manera constante, generando una cascada interminable de agua.

El castaño se acercó entonces, sentándose a su lado y apoyándose en su hombro, el rubio apoyó su cabeza en la de Chan.

—¿Estás seguro que quieres hacer esto? —preguntó con una muy pequeñita esperanza de que se arrepintiera.

—Si...—dijo rápido y sin rechistar.

Mierda

—Bien, entonces, primera lección—se levantó y se sentó frente a el—para evitar alguna infección o incomodidad tienes que estar limpio de... bueno de ahí abajo ¿entiendes?

—¿Asumes por completo que soy el pasivo en la relación verdad? —preguntó con una sonrisa.

—Conozco lo suficiente a Changbin y a ti, más que nada a ti, como para saber que no podrías dominar a ese tonto, aunque te lo propusieras, es demasiado necio y tú eres demasiado pacifico como para ponerte a discutir sobre roles con él.

—Cierto—le concedió, la verdad es que tenía razón, y lo había dicho con palabras bastante suaves, pero la verdad es que Felix desde que vio a Changbin supo que el pelinegro sería el que lo clavaria contra el colchón y le haría perder la conciencia del placer.

—Anda y ve a lavarte entonces, yo iré a comprar las cosas.

—Bien...

Felix se fue a la ducha y Chan se preparó para salir, tomó un impermeable y su cartera.

30 minutos después Felix salía con el rostro rojo por la vergüenza, pero completamente limpio de todos lados, Chan ya lo estaba esperando en la cama, con condones y lubricante en la mesita de noche.

El rubio se sentó frente a Chan aún demasiado avergonzado como para mirarlo a la cara. El castaño tomó la pequeña toalla en el cuello del menor para secarle el cabello adecuadamente, aún estaba haciendo bastante frio como para andar con el cabello húmedo así tan despreocupadamente.

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora