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Ese tipo de situaciones se repitieron a lo largo de las dos semanas que les tomó grabar todo el primer capítulo, si bien en algunos días si lograba salvar sus otros compromisos de trabajo, en otros le era imposible atender, y no es como que le importara perderlas, siempre llegaban más, lo que le molestaba es que todas esas marcas creyeran que Lee Felix era la mejor opción para remplazarlo.

¡Era ridículo! Ese niño era un novato ¿Cómo es posible que la gente lo aclamara tanto?

Le daba rabia, pero no podía hacer o decir nada, más aún porque por fin tocaba la grabación del capítulo dos, es decir, sus escenas con Felix.

Lo vio llegar radiante y con una bonita sonrisa a la escuela que se había rentado para ser el set de grabación, sonrisa que le desesperaba e irritaba en lo más profundo de su ser, pero no podía hacer nada teniendo en cuenta que para el capítulo dos, los demás del elenco empezaban a aparecer y no quería hacer una escenita como la que pasó en la reunión del casting.

Suficiente mala impresión dejó ese día como para empeorarlo con sus berrinches.

Bueno, al menos su humor del culo podría ayudarle a las escenas del día de hoy pues empezaban a grabar su llegada a la escuela y el cómo YongBok era su compañero de apoyo asignado debido a que el personaje manejaba muy bien el inglés y Sam por el momento solo hablaba ese idioma.

Si bien su personaje si sabía coreano, tenía que volver a acostumbrarse a él, ya que había vivido fuera de Corea desde los 10 hasta los 19.

Todos fueron a vestuario y maquillaje mientras preparaban las cámaras para grabar.

30 minutos después y con todos listos empezaron a grabar, como siempre las escenas de Hyunjin fueron las primeras debido a que se tenía que ver como entraba a la escuela hasta llegar a la oficina del director y que este lo presentara a su nueva clase para después asignarle a su compañero de apoyo.

—¡Bien! Empecemos entonces, 3... 2... 1... ¡ACCIÓN! —gritó el director y el rodaje empezó:

El pelinegro fijo su vista en todos los alumnos que iban entrando por la gran puerta de la institución, todos en parejas o grupos saludándose luego de unas largas vacaciones de verano, pero era momento de regresar a clases, o al menos ellos, ya que Sam apenas se reincorporaba luego de dejar atrás a sus mejores amigos y a su novia de hace 2 años.

Soltando un suspiro resignado y acomodando mejor la mochila en su hombro comenzó a caminar rumbo al edificio, mantenía la mirada baja para que nadie lo notara, aunque era un poco imposible teniendo en cuenta que era un poquito más alto que el promedio, su cabello largo, su cara de pocos amigos y el hecho de que para las chicas era bastante atractivo.

Pero él los ignoro a todos incluso los murmullos que empezaban a sonar; su frustración se reflejaba en su rostro pues no entendía ni pico de lo que alcanzaba a escuchar, su coreano estaba bastante oxidado a pesar de ser de esa nacionalidad, sus mejores años los pasó en Estados Unidos y obviamente el inglés fue algo que lo acompaño siempre dejando de lado su lengua materna.

Y ahora más que nunca la necesitaba.

Al llegar a la entrada una secretaria lo estaba esperando.

—¿Park Sam? —preguntó la mujer a lo que el menor asintió—Acompáñame por favor—dijo la mujer en inglés lo que el menor agradeció mucho.

Pasaron por un largo pasillo hasta el despacho del director.

—Gracias señorita Yang, desde aquí yo me encargo—dijo el director Choo, la mujer se retiró y entonces se dirigió a Sam— ¿Cómo te sientes chico? ¿Nervioso? —preguntó ahora en inglés.

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora