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—¿¡QUÉ HICISTE QUE?!

—Hyunjin no grites—se quejó el peliazul mirándolo mal—Te estaba diciendo que lo contrate.

—¡Te pedí que lo investigaras no que lo contrataras!

—Es bonito y perfecto para mi sesión de verano, además ¿Qué mejor modo de investigarlo que teniéndolo cerca y viéndolo en carne viva?

—Jeongin por favor—gruñó ofendido—¡Esa era mi sesión!

ES tu sesión todavía, solo que la compartirás con Felix porque los dos encajan bien en el concepto que quiero, ahora ¡Deja De Quejarte! —pidió enfatizando cada palabra de esa frase—Te juro que lo mande investigar, pero el chico es un fantasma, solo aparece cuando tiene llamado, de ahí nunca se le ha visto ¡Ni siquiera se sabe dónde vive! Si tratas de seguir el auto en el que regresa a casa después del trabajo simplemente te lleva por calles desconocidas hasta que te pierdes y ya no sabes cómo volver. Tal vez si sea una criatura mitológica como dicen y por eso desaparece tan fácil ¿sabes que siempre lo comparan con un hada? Es muy bonito y acertado—menciono el menor contento.

—Cierra el pico—gruñó de nuevo y suspiró fastidiado—No puedo creerlo, me estas traicionando tan horrible.

—No seas dramático—dijo molesto el menor—también tengo que ver por mi trabajo Hyunjin, no solo por el tuyo y Felix es perfecto para lo que quiero, así que deja de parlotear entre dientes o te voy a despedir ¿Está claro?

La cara de ofendido de Hyunjin era todo un poema, pero a pesar de la clara amenazada del menor siguió gruñendo entre dientes, solo que, en otro lado del set, si los cálculos no el fallaban, el Hada australiana tenía que llegar en unos minutos más.

Y tan puntual como siempre, llegó justo a la hora indicada junto con su manager.

Manager que evidentemente no pasó desapercibido para Jeongin ¿los manager no eran todos feos como el de Hyunjin o Seungmin? ¿Por qué ese hombre era endemoniadamente guapo? Se levantó para saludarlos de inmediato por supuesto.

—Buenos días Joven Yang—saludó Chan haciendo una respetuosa reverencia junto con Felix que el peliazul correspondió con una un poco menos inclinada.

—Wow así que este es el famoso Felix del que tanto he visto—aplaudió contento—veo que no me mintieron, de verdad eres bonito.

—Gracias por considerarme para su línea de ropa joven Yang, espero poder serle de ayuda—dijo el rubio en todo amable y ligeramente más tímido de lo que acostumbraba, la marca de Yang Jeongin era de las más famosas en Corea y fuera de ella.

—Bonito y educado, me agradas mucho Felix, ahora ¿Por qué no me dejas presentarte con los demás mientras tu muy guapo manager me espera en mi oficina para discutir el pago y un futuro contrato? —miró al castaño y le guiñó el ojo para después llevarse a Felix con él.

Chan sonrió por el halago y se retiró a la oficina, aunque claro, no entró a esta, se quedó parado de lejos viendo como el peliazul presentaba a Felix con los demás modelos, siempre estaba al pendiente de Felix, tenía que cuidarlo y no quitarle el ojo de encima hasta que lo pudiera ver cómodo en el ambiente, solo así podía relajarse, si Felix no se sentía cómodo no trabajaba, y no porque Felix lo quisiera así, el mismo Bang decidía pues la psicóloga había dictaminado que grandes cantidades de estrés sobre el menor podrían llevarlo a los ataques de pánico o ansiedad-dependiendo de la situación-.

Por ahora todo iba bien.

Iba.

Porque definitivamente vio algo que no el gusto para nada.

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora