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Hyunjin estaba parado en el carrito de café, esperando el chocolate caliente para Felix y el café para él, cuando Mina lo mando por las bebidas, nunca específico para quienes debía traerlas, solo lo dijo en plural.

Esperaba paciente en lo que salían los churros hasta que sintió una presencia a su lado.

Una poderosa presencia que irradiaba molestia.

Cuando se giró, su rostro se encontró con el de Bang Chan, quien lo miraba con demasiada rabia.

—Se lo que estás haciendo, y no te lo voy a permitir.

—¿Eh? —lo miró confundido.

—¿Crees que no me di cuenta de lo que estabas haciendo con Felix allá atrás? —la molestia que reflejaba su rostro daba miedo.

Hyunjin sintió un valde de agua fría mojarlo por completo.

—No es lo que piensas...—se apresuró a decir.

—Se lo que tramas, conozco tu plan, y no te va a funcionar.

—No Chan no entiendes...—retrocedió bastante asustado.

—Sobre mi cadáver te le acercaras a Felix ¿Quedo claro? —amenazó el castaño, y por la vena marcada en su cuello supo que tenía que hacer caso.

—¿Por qué tan agresivo? —gruñó con molestia, aunque no sabía de donde había sacado el valor para hacerlo—¿A caso te gusta Felix o qué?

—Mi niño ya está saliendo con alguien, solo lo estoy cuidando de aprovechados como tú—espetó y se fue de ahí dejando a Hyunjin con la boca abierta.

¿Saliendo con alguien?

¿Felix?

¿SU FELIX?

¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿A qué hora? ¿Quién?

Había demasiadas preguntas en la mente del pelinegro, se sintió mareado, confundido y herido ¿Cómo es que su pequeño ángel ya estaba saliendo con alguien y ni siquiera se lo dijo?

Aun que en teoría Felix no tenía por qué contarle esas cosas, ya que ni siquiera eran amigos, pero Hyunjin ya se sentía demasiado importante para el rubio.

Las bebidas ya estaban listas, pero no creía que en tan poco tiempo Felix pudiera sacarle algo a Mina así que tomó ambos vasos y se sentó en una banquita cercana.

Tenía que espera, no sabía cuánto tiempo exactamente, solo esperaba que fuera antes de que su descanso se terminara, porque si no estarían en problemas.

Aunque bueno, para cómo iban las cosas probablemente todo saliera más rápido de lo que pensaban:

—¡¿Cómo te atreves a decir eso de mi novio?! ¿¡Quién te crees como para asegurar tal estupidez!?

—Yo no me creo nada, soy y seguiré siendo el interés amoroso de Hyunjin—sonrió encogiéndose de hombros—además el me lo dijo, ya sabes, cree que eso de la plática sucia es un excelente estimulo sexual.

—¡¿QUÉ?!

—Me platicó de su bonito encuentro en NY y como cuando lo estabas montando como desesperada él tuvo que pensar que era yo para mantener la erección—se encogió de hombros.

—No es verdad...

—Y también me dijo que la chupas horrible, que obviamente prefiere que sea yo, en NY ni siquiera pudo llegar como le gusta porque no eres buena.

—¡Cierra la boca!

—¿Estoy diciendo mentiras Mina? Él se veía demasiado convencido.

—¡Claro que estás diciendo mentiras! —gritó en colera—¡Ni siquiera pudo haber pensado en ti porque ni siquiera estaba consciente!

3...2...1 ¡Acción!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora