Lost in hell || Daryl Dixon || Shane Walsh (+18)

CAPITULO NUEVE - PERDIDA

     A la mañana siguiente, Glenn y yo nos logramos colar en un pequeño almacén de la ciudad. Aun quedaban algunas latas de comida, golosinas, refrescos, fideos instantáneos y seis botellas de agua. Los miembros del grupo no estaban de acuerdo porque nos fuimos sin avisar, pero al vernos regresar su rostro cambio.

Aun así, quien mas me reclamo fue Charlie; actuó como todo un hermano mayor; despotrico un par de veces.

Carl nos había dado las gracias cuando le entregamos una lata de pudin de chocolate a él y las niñas.

No era mucho, pero era algo. Yo tenia un pequeño envase de mantequilla de maní, no quería compartirlo con nadie. Bueno, quizás con una sola persona.

Rick y el resto tomo la decisión de que debíamos abandonar la ciudad ese mismo día. Por lo que sin Pensarlo dos veces comenzamos a alistarnos.

Mi mente estaba muy ocupada para pensar en el beso que le había dado a Daryl durante la guardia y cuando él pareció ignorarme en la mañana trate de restarle importancia.

Viajaríamos en tres autos ahora incluyendo las dos caravanas, por cuestiones de gasolina como nos dijo Rick la noche anterior. Norah no estaba muy a gusto con tener que dejar su vieja camioneta y Merle como no podía usar la motocicleta término dándosela a Daryl afín de cuenta.

Y creo que Daryl estaba muy encantado con la idea.

Merle había colocado una funda de metal con un cuchillo a su antebrazo amputado aunque me encargue de decirle varias veces que debía esperar a que su brazo estuviera mejor, como esperaba me ignoro por completo. Se veía bastante emocionado por esto y se lo presumía a Glenn, Charlie y a sus pequeñas hijas.

Todos comenzaron a subirse en los autos y cuando me disponía a subir a la caravana de Merle, Daryl me sostuvo del brazo y me jalo en su dirección.

_ A la moto, luciérnaga.—dijo con seriedad.

Yo estaba parada frente a Daryl como una idiota. Creo que no lo procesaba del todo.

_ ¡Oye!, termina de subirte— me decía mientras se acomodaba en su asiento y encendía la motocicleta—Apúrate, no me gusta perder tiempo.

Eso hice, camine en dirección a dónde se encontraban, me subí en la parte de atrás y no quise sujetarlo.

Él no arrancaba.

Tosió y entonces me dijo.

_ Estás rara hoy, podrías sujetarte de mi o ¿quieres caer?

_ Lo siento, yo...-- intenté decir, pero entonces él con sus brazos tomo los míos y los coloco alrededor de su cintura.

Seguro parecía una tonta, o un tomate muy rojo.

Era lo más probable. Pero esto me gustaba mucho más de lo que podía aceptar.

_ Así, sujétame fuerte.— me dijo y arranco.

¿Por qué estaba actuando así? Durante toda la mañana me había ignorado y ahora actuaba de esta forma.

No lo bese con la intensión de que me regresara el beso o me profesara amor eterno. Lo hice porque quise, solo por eso.

Y porque obviamente le agradecía el libro.

¿Así le agradeces a todos?, no, por supuesto que no.

No seas estúpida y acéptalo. Te gusta Daryl Dixon.

<<O por lo menos me atrae>>

Me encogí de hombros y lo abrace, aprovecharía el momento.

Luego de estar un par de horas en la vía, llegamos a una autopista trancada con un montón de vehículos y la caravana de Dale se quedó accidentada, para varear. Me baje de la moto y mire a lo lejos.