CAPITULO SESENTA Y SIETE - El final está cerca

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Narrador omnisciente

El olor a carne podrida siendo quemada inundaba el aire. Lizzie sostenía a Jude de la mano y ambas jugaban a acariciar a botones. El caballo fue salvado gracias a las personas del refugio.

La jovencita suspiró, en pocas semanas habían perdido a tantos seres queridos y un fuerte nudo se le formó en la boca del estómago. No quiere perder a Carol o a sus hermanas, ni a sus amigos...

-Dizzi- la llama la pequeña niña, tenía rato tratando de llamar su atención, sin embargo la chica estaba preocupada.

Miro a la pequeña que le tendía los brazos para que la subiera sobre el caballo.

-¡Oh!, ya veo- sonrió ella-¿ Quieres dar un paseo por Hilltop?- pregunto y la niña asintió sonriente- Vale, sosténte fuerte de él.

Ayudó a subirla en el caballo con cuidado y sin problema alguno subió ella detrás.

-¡Si!- grito Jude emocionada cuando el caballo comenzó a caminar.

Lizzie sonrió. A veces deseaba ser tan inocente y pequeña como era aquella niñita. Deseaba que nada de esto estuviera pasando, hace mucho tiempo atrás había dejado de ver el mundo color de rosa.

-¡Hola, cariño!- sonrió Carol- Te hemos estado buscando, Carl necesita ayuda con los caminantes fuera de los muros y a pedido que lo acompañes.

Lizzie rodó los ojos, últimamente peleaba muy seguido con Carl.

- Hasta donde se está tuerto nada mas- expreso fastidiada mirando al joven enarcando una ceja- ¿Es que acaso no puedes hacer eso solo?

- Es evidente que puedo hacerlo muy bien solo- hablo Carl sin ningún rastro de molestia en su voz o su expresión- Pero le he pedido a tu madre que seas tu quien me acompañe.

Su madre la miraba suplicante y sin alternativas bajo del caballo, le pasó la pequeña niña a Carol y comenzó a caminar delante de Carl. No quería seguir viendolo.

- Gracias, cielo- dijo su madre mientras los jóvenes se alejaban, la rubia murmuró algo que ella no pudo escuchar y suspiró algo resignada- Creo que nunca se llevarán bien- le comentaba a la niña en sus brazos.

En la pequeña armería de Hilltop, Lizzie comenzó a tomar flechas adicionales para su arco, últimamente Carol le había sugerido aprender a usarlo mientras estaban en el reino. Realmente en aquel lugar la gente era muy amable y solían enseñarla de muy buena manera.

Sus dedos rozaron ligeramente con los de Carl, el pequeño Grimes tenía su pecho pegado a la espalda de la chica. Ella trago grueso.

Siempre discutía y peleaba con Carl. Sin embargo, desde que habían vuelto a verse, él actuaba completamente diferente con ella. Cuando siente la mano del joven en sus caderas, una escalofrío la embriaga y le da un codazo en el estómago, logrando que la suelte entre quejidos.

- ¿Quieres perder el otro ojo?- pregunto ella evitando sonar nerviosa- Ya no serás el tuerto, serás el ciego Carl Grimes.

Aunque era más evidente que la acción del joven le había causado una emoción que no lograba controlar del todo. Carl comenzó a reírse por la actitud de ella, lo que la molesto.

- Debemos hablar- se apresuró a decir tomándola de brazo- Sobre lo que ocurrió la otra noche.

Lizzie se soltó de inmediato, no quería hablar con él, no deseaba hacerlo, incluso ver a su hermana mayor le causaba vergüenza.

Sabía que Sophia estaba perdidamente enamorada del joven tuerto desde hace años y no podía lastimar a su hermana.

- No tenemos nada de que hablar- dijo ella llenando el carcaj de las flechas restantes- Fue un simple beso insignificante- mentira, ese no había sido insignificante, para ella fue su primer beso y causo demasiado revuelo en su interior.

Lost in hell || Daryl Dixon || Shane Walsh (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora