CAPITULO TREINTA Y DOS - No es una simple gripe

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Miro mi reloj en la muñeca, es medianoche. Leí algunas historietas con Carl antes de que se fuera a dormir, Carol se ofreció a quedarse con Jude para que yo pudiera descansar, pero no lo logro.

Es igual cuando la pequeña esta con Rick, tampoco logro dormirme tan pronto, me hace falta tenerla conmigo.

Me levando ajustando un poco mi ropa de dormir, escucho los ronquidos de algunos y salgo de nuestro bloque de celdas.

El frió esta fuerte y es un poco molesto. Lamento no haber salido mas abrigada.

Escucho unas risitas en el patio de abajo por lo que me acerco, pero al hacerlo deseo no haberlo hecho.

Definitivamente no tenía porque ver esto.

Un nudo se me forma en la boca del estomago, él esta allí con esa estúpida mujer hablando, ella le estampa un beso en sus labios y no veo que él la detenga. Quiero que la tierra se abra y me trague.

Se que no tengo derechos de decir nada, de sentirme así... Pero ¡Dios mío!

No puedo seguir viendo, camino a la torre que queda mas lejos sin siquiera darme cuenta, solo quería poner distancia entre lo que ocurría en ese patio y mi persona. Quiero llorar, pero no lo haré. Fue lo mejor, que él y yo no siguiéramos juntos, no nos hacíamos bien.

Una chaqueta cae en mis hombros cuando llego a la puerta de la torre y me volteo para ver a la persona.

_¿Estas bien?-pregunta con un hilo de voz.

_Si, yo... eso creo-respondo tratando de verme serena- Deberías afeitarte, esa barba dentro de poco será la de un vagabundo.

Acaricio su rostro suavemente, él sostiene mi mano aun pegada a su mejilla. Me regala una mirada que me tranquiliza un poco más.

Como si mi cuerpo tuviera vida propia y no es mi cerebro quien lo controla. Lo miro y no puedo detenerme.

Tomo su rostro entre mis manos, me paro de puntitas y lo beso. Necesitaba hacerlo, necesitaba besarlo, quería hacerlo.

Mierda, había olvidado lo bien que se siente.

Durante estos meses él y yo nos hemos unido mas, no se que me esta pasando, pero no quiero pensar en nada mas.

No quiero pensar en Daryl.

Entrelaza nuestros dedos y me pega a su cuerpo con calma.

_Déjame besarte de nuevo mi amor, por favor-suplica de manera cariñosa- He querido besarte todo el día.

A veces olvido lo cursi que es.

Acepto alzando mi cuerpo un poco más para alcanzar sus labios, nos besamos con tranquilidad, sin desespero, pero se siente demasiado bien. Hace mucho no me sentía de esta forma y es agradable.

Entonces todo se calienta.

Muerde mi labio con fuerza y no aparta su vista de mí. Comienzo a desabrochar su camisa de botones, separándome un poco de él mientras me empuja torpe a la reja, me aleja y abre la puerta de la torre encerrándonos en el interior. Me ayuda a deshacerme de mis ropas con calma tampoco es que uso mucha ropa para dormir, una camisa enorme que parece vestido y mis pantaletas. Relamo mis labios cuando rozo el bulto atrapado en sus pantalones.

Él se encarga de sus pantalones y yo acaricio la enorme erección que se ve en su bóxer.

Saco su miembro, paso mi mano sobre el y acaricio la punta en donde el líquido preseminal ya sale. Se tensa ante mi contacto pero no me detiene. Sigo bombeando su miembro con mi mano y sus besos comienzan a recorrer mi cuerpo.

Lost in hell || Daryl Dixon || Shane Walsh (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora