Capítulo 44

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Recordar: Las letras en cursiva son momentos del pasado.

Dos niños corrían por el gran jardín que la mansión poseía, disfrutando de esos momentos en los que no peleaban por cualquier cosa.

Algo particularmente raro.

Hubo un punto en el que un Taehyung de ocho años cayó al pasto con algo de violencia, se había tropezado sin querer, rápidamente Jungkook se apresuró en levantarlo, pero se enojó por la reacción poco veloz de la empleada que los vigilaba.

—¿Acaso eres tonta? ¿No ves que Tae se ha caído por tu culpa?

—Joven Jeon...

SoYeon no pudo defenderse y solo quiso revisar el estado del menor Kim, que no se sentía tan herido y veía la situación como una exageración, intervino.

—Jungkook no trates así a nuestra mayor.

El pelinegro de diez años hizo un gesto de incredulidad ante la forma de defender por parte de Tae hacia la "simple" empleada.

—Esta mujer no es nada mío, Tae, es solo una empleada. Mejor quédate ahí, seguro no puedes pararte y todo es culpa de esta estúpida.

El estado de Jungkook empezaba a alterarse, dividiéndose entre la preocupación y el asco de que su nombre hubiera sido mencionado en una misma oración con alguien que consideraba como inferior a él.

—Yo estoy bien, estás exagerando.

—¡Te has caído por culpa de ella!

—¡Ella no es culpable de nada!

Taehyung pudo percatarse como las cejas de Jungkook se fruncían, aquel gesto que hacía cuando no le daban la razón, mismo gesto que hacía cuando sus discusiones iniciaban.

La mujer trato de calmar a ambos niños, diciéndole a Taehyung que lo iba a llevar a casa para desinfectar su rodilla magullada, pero ni bien SoYeon puso una mano en el brazo del menor, Jungkook la empujó con la poca fuerza que tenía.

—No lo toques. Yo voy a llevar a Taehyung.

—No, no quiero. Vete, no te quiero ver.

—No estás para negarte.

—Ella va a llevarme, no quiero que tú lo hagas.

Taehyung se levantó solo y caminó, incómodo por la sensación de la herida en su rodilla, pero con SoYeon a su lado, de alguna forma humillando a Jungkook al negarse a su pedido.

El recuerdo de esa mala convivencia entre los dos menores vivía en la memoria de SoYeon, sabía que aquel niño que de algún modo crió no merecía lo que vivía.

Recordaba que hubieron varias ocasiones en las que pudo ser despedida, pero Taehyung siempre la defendió, argumentando que ella era buena en su trabajo y que las razones por las que la querían botar eran sin fundamento, incluso cuando Jungkook la acusó de haberle hecho daño a Taehyung de niño y la llegaron a despedir de manera inmediata, su menor hizo una huelga de comida para que la recontrataran.

Definitivamente era una deuda que faltaba saldar, y SoYeon juraba lealtad a él y una promesa que pronto se iba a cumplir.

Sus labores diarias en la actualidad se dividían en limpiar y atender en su mayoría las necesidades de Taehyung, pero desde que Jungkook vio que la cercanía entre ambos era mucha, tomó la decisión que ella mantuviera distancia.

Por ello que en ese momento en el que estaba limpiando afuera de la oficina en casa del señor Jeon, no pudo evitar escuchar la conversación entre él y alguien más.

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