Capítulo 29

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El auto se detuvo enfrente de la mansión, del cual bajó Taehyung con su mochila en la espalda, algo cansado por las clases de ese día.

Se despidió del chófer y se fue caminando hacia su cuarto, pero en ese recorrido se topó con Jungkook, a quien no veía mucho desde que éste empezó con su etapa de exámenes en la universidad.

— Taehyungie, toma esto.

El pelinegro le entregó una bolsa de una marca no muy conocida para Taehyung, pero ya acostumbrado a recibir regalos por parte de su mayor, solo le dió una pequeña sonrisa y le agradeció. No podía nadar contra la corriente de lo que quisiera Jungkook.

— Gracias, Jungkook.

Jungkook le devolvió la sonrisa, feliz por la reacción de su menor.

— No agradezcas. ¿Lo abrirás ahora?

— ¿Quieres que lo haga?

— Quiero ver tu reacción.

— Mh.

Taehyung abrió la bolsa y encontró una pequeña caja que contenía dos pulseras.

— Una es para mí y otra es para ti, son pulseras que se complementan. ¿Te gusta?

— Son muy bonitas, Jungkookie.

Ambos se colocaron las pulseras, para luego mirarse y dedicarse una sonrisa.

— ¿Recuerdas del viaje que dije que haríamos?

— Recuerdo que me comentaste sobre el tema.

— Posiblemente iremos con mis padres.

El gesto en el rostro de Tae decayó un poco, terminando por mostrar una mueca de desacuerdo, pero no reclamó ni nada de eso, persuadirlo de buena forma era la mejor opción.

— ¿Es sumamente necesario?

— Pasar un tiempo con mis padres creí que tal pudiera dejar atrás la situación tensa que hay últimamente.

— Seohyun se lo buscó, esa dieta que me hizo hacer, no, que me obligó a hacer provocó que me desmayara en la universidad.

— Gritarle no era la solución.

— ¿Querías que no hubiera ninguna reacción de mi parte? El que tuviera buena salud es su responsabilidad como tutora legal, pero ella me perturba con su obsesión porque yo no pierda mi figura.

— Insultaste a mi madre en nuestra propia casa, creo que sí te merecías que te reprendieran.

Taehyung se mordió la lengua, si no lo hacía solo haría más grande la situación.

Claro que esa mala costumbre de golpear a las personas cuando te dan la contra es una acción muy arraigada a los Jeon.

Sin embargo, decirle eso solo provocaría que su mejilla ardiera y doliera por el buen golpe que le darían por andar de parlanchín.

En todo ese momento, donde Taehyung estaba sumergido en sus pensamientos, Jungkook lo observó, viendo como estaba ido, preguntándose si su menor estaba reflexionando sobre sus acciones.

— Tú una vez dijiste que me amabas y que me protegerías.

"Mismas palabras que dijo mi madre, qué tal ironía", pensó Taehyung, evitando mostrar una sonrisa sarcástica ante sus ideas.

Jungkook asintió, más o menos entendiendo a donde iba Taehyung con esas palabras. Él no tenía ni un pelo de idiota.

— Tu mamá tentó contra mi salud, no quiero estar cerca de ella, sabiendo que va a medir cada cosa que quiera comer. Qué este viaje sea solo para ti y para mí, ¿podría ser?

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