Capítulo 46

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Jungkook desvió la mirada, lo único que pudo escuchar fue un suspiro lleno de resignación, de cansancio.

—Cuando tengas hambre, sabes que puedes pedir lo que quieras.

De ese modo se levantó de la cama y se marchó de la habitación, dejando a Taehyung en su soledad. La esperanza de que el brillo en los ojos del lindo menor regresara persistía, aún cuando se veía imposible que sucediera.

El alma perturbada de Taehyung se sentía como una pesadez en su pecho, al igual que el dolor, sin embargo ya no habían más lágrimas que derramar. Su cabeza estaba llena de cosas y a su vez no pensaba en nada.

Su mente estaba ida, todo empezaba a darle igual, el sentimiento de culpa por hacerse daño no persistía por momentos, aquello que lo hacía imaginar que todo se resolvería con su muerte.

Y ese era uno de esos momentos, el tema era con que lo haría, con que podría concluir aquella complicada vida que había tenido, aquella condena que había tenido que cumplir injustamente por su inocencia, por su deseo de ser mejor, por su anhelo de avanzar.

Pero en la actualidad, aquel esfuerzo, el apostar su tranquilidad al estar con una persona que tanto daño le había hecho, al final había resultado en nada.

Nada cambio, nada avanzo.

Porque su vida no terminó a los doce, cuando su madre lo arrojó a los pies de su victimario, ni a los veintitrés, cuando entrego su cuerpo para no dejar de seguir con su carrera, ni a los veinticinco cuando estuvo en ese famoso puente solo a un paso de caer al precipicio, pero ahora... Ahora simplemente ya nada importaba.

Nada porque luchar, nada por lo que seguir vivo.

El nombre del pálido apareció en su mente y soltó un par de lágrimas, creyó que no le sobraba ninguna.

Las hojas sobre la mesa eran todo un lío, todo se veía desordenado, pero para la cabeza de SeokJin todo tenía un orden y sobre todo: una conexión

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Las hojas sobre la mesa eran todo un lío, todo se veía desordenado, pero para la cabeza de SeokJin todo tenía un orden y sobre todo: una conexión.

Habían fotos de las cámaras de seguridad en las que se captaba como JiSeok había visitado con regularidad a KangDae en el edificio céntrico de las empresas Jeon, algunos documentos que indicaban la malversación de fondos y abuso de confianza de KangDae con el capital del negocio de Seohyun y una denuncia por evasión de impuestos. Sobraba decir sobre una aventura de Seohyun con un hombre en Inglaterra. En fin, información que podría arruinar la imagen de cualquier persona importante en aquel poderoso círculo del que se rodeaban los Jeon.

Información valiosa que podría ser intercambiada por la libertad de Taehyung.

Los meses de investigación estaban teniendo sus resultados, los años de trabajo de MinJae en la parte administrativa tenían sus beneficios y esas eran las conexiones con personas adineradas que querían apropiarse o destruir el imperio multimillonario de los Jeon.

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