It's You | Jinx

³⁹ . . . |🥊

Después de un agradable baño ya se encontraban costados en la cama, Jaekyung abrazaba y le repartia besos a Dan por su rostro y hombro, nunca se imagino siendo tan cariñoso con una persona.

. - Mañana es la pelea... - pensaba en voz alta.

. - Si cariño, mañana reafirmare mi título de campeón - soltó unas risitas pero enseguida callo cuando vio serio al Omega - ¿Te preocupa algo?

. - No..yo sé que saldrás siendo campeón en esa pelea - volteo a mirarle.

. - ¿Pero? - acaricio su mejilla.

. - Tu carrera apenas está empezando y ya tienes una carga muy grande - acaricio su estómago algo triste.

. - Mi amor, no - le dio un beso en los labios - Yo se que antes dije cosas que a lo mejor ahorita te están cayendo más pero no es así, mi forma de pensar cambio, ustedes no son una carga para mí, son mi nuevo motor, mi nueva y unica razón del porque quiero hacer las cosas bien.

Una pequeña lágrima rodó por su mejilla, Jaekyung le dio un beso en esta.

. - No pienses en cosas innecesarias, se que te puede causar inseguridad y estoy muy agradecido de que me lo cuentes, así yo puedo ayudarte, puedo aclararte muchas cosas para que no lleves ese sentimiento tu solito...a nuestro cachorrito no le gustaría que mami se sienta sola - beso su pequeña nariz.

. - Perdón...

. - No cariño, no te disculpes por tus sentimientos, perdóname a mi por ocasionarlos, te amo Kim Dan, te amo a ti y a nuestro cachorro - ahora fue Dan quien le dio el beso.

Este se fue alargando pero por falta de aire el castaño tuvo que separarse.

. - Vamos a dormir, mañana tendremos que viajar y no quiero que te sientas cansado - ambos se acurrucaron en aquella enorme cama.

. - Yo también te amo Jae~

. - Basta, deja de ser tan lindo porque si no, no descansaré hasta tener una niña - Dan paso saliva, se hizo una imagen con diez hijos y la verdad no fue muy acogedor.

. - ¿Cuántos hijos quieres? - preguntó tímido.

. - Después de este...tendrás que castrarme si no quieres uno cada vez que tengamos sexo - enseguida se sonrojo - Estoy jugando cariño - rió - A lo mejor quisiera uno más, ¿Que te parece?

. - Igual a mi me gustaría...

Era una locura, hablaban de tener otro hijo sin siquiera haber tenido al primero.

. - Pero antes que nada, después de tener a nuestro cachorro me gustaría hablar de algo importante... - le dio un beso en el cuello, se comenzaba a escuchar adormecido.

. - ¿Sobre que? - preguntó curioso.

. - Nuestra boda, quiero casarme contigo Kim Dan...

No se esperaba eso, se quedó en silencio un rato mientras acariciaba la mano del alpha que estaba sobre su pancita, matrimonio...ahora que lo pensaba nunca se le había pasado por la cabeza, se iban a casar, no lo pudo controlar, sus ahora más dulces feromonas comenzaron a bañar al alpha.

. - Me encanta..tu bello olor - beso su nuca, le acercó mucho más a el si es que era posible para también soltar feromonas.

Ambos se volvieron a quedar en silencio solo que ahora bañados con el olor del otro, ni cuenta se dieron en qué momento ambos cayeron dormidos.

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Hace ocho años.

Estaba parado con la espalda apoyada en un árbol, era otoño por lo que las hojas comenzaban a caer y cambiar a un color naranja, la brisa era muy fresca y acogedora, sus mechones azabaches eran despeinados por la misma, alzó la mirada.

Ahí estaba.

Su piel blanca con tonos rosas, su corto cabello castaño revuelto y aquellos ojos que parecían piedras preciosas del mismo tono que su melena, hoy traía una pequeña bandita en la mejilla y como siempre paso de largo, no sin antes cruzar miradas por unos cortos segundos.

Bajo la cabeza.

Se separó del árbol y camino hasta una tienda de conveniencia, tomo unas cuantas cosas para ir a caja y pagar.

. - ¿Que te pasa? - iba escaneando los artículos, soltó un suspiro, el de todos los días a la misma hora - ¿Le volviste a ver? - asintió - ¿Le hablaste? - negó.

. - No se cómo hacerlo, nunca tengo el valor para hacerlo - le pago en efectivo.

. - Si nunca planeas hablarle deja de estar de enfermizo todos los días posado en ese árbol esperando que pase - se cruzó de brazos.

. - Cállate, no se ni porque hablo con un viejo.

. - ¡Ey! Respeta a tus mayores.

. - Hasta luego Haebom...

. - Cuídate Jaekyung.

Salió de la tienda con su compra, la guardo un su bolso para irse corriendo a su entrenamiento, le tocaba karate para luego al terminar ir a su clase de Jiu-jitsu, boxeo practicaba en su casa y tenía clases privadas de Muay Thai, era lo bueno de tener padres económicamente presentes.

Pero no de forma afectiva.

Desde muy pequeño le apasionó las artes marciales, aprendió desde muy pequeño taekwondo y judo, ahora perfeccionaba otras cuantas, siempre fue un alumno ejemplar, parecía que nunca estaba en sus clases pero siempre sacaba las mejores notas, nunca le fue de su agrado estar rodeado de gente por lo que lo evitada, nunca creció con ese calor familiar por lo que no sabía expresarse en algunos términos, en sus cortos 18 años de vida nunca le había faltado nada, más que amor, uno que cualquier niño de su edad tuvo que haber tenido de sus padres.

En ese momento para el ya no era tan crucial, había crecido con la mentalidad de que el dinero lo es todo, para que utilizar la palabra amor, no significaba nada, pero aquel día sintió algo nuevo.

Dum-lup..dum-lup~

El sonido de su corazón resonó por sus oídos, por primera vez sintió el rostro caliente a causa del sonrojamiento.

Apareció aquella figura masculina pero tan fina a la vez, se acomodaba unos cuantos mechones de cabello detrás de su oreja, venía abrazando alguno libros y por lo que alcanzo a ver eran de medicina.

Esa fue la primera vez en escuchar su corazón latiendo por alguien, desde ese entonces siempre se posaba en aquel árbol para topar miradas con aquel extraño que le había cautivado, que le había echo sentir aquella palabra que para ese entonces no significaba nada.

A sus cortos 18 años se había enamorado por primera vez, se enamoró de su ahora color favorito castaño, de aquel tímido olor que desprendía el omega, aquel...

Té con miel.

Que con el paso del tiempo y los años fue olvidando poco a poco para volver a meterse en aquel duro caparazón que parecía irrompible.

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Jaekyung siempre estuvo enamorado de aquel omega, fue su primer amor y parece que ahora el último también, ninguno lo recordaba pero seguía existiendo aquella intensidad cuando se miraban a los ojos.

Dan siempre fue dueño de aquel solo corazón.

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