Frío y oscuro.
Así describía Jungkook al lugar al que había sido llevado.
Una pequeña celda en uno de los sótanos de la base A1.
Luego de que el Coronel lo esposara y llevara hacia las camionetas, el pelinegro logró escuchar la lectura de los pocos derechos que le quedaba como ciudadano y lo decepcionados que estaban todos de él por haberse unido a la mujer que provocó la muerte de miles de personas en la tierra y cómo tendría que pasar el resto de su vida en la cárcel por dicha traición a su nación.
Jungkook no dijo nada durante ese momento.
Porque su mente parecía estar en un bloqueo mental, había ciertas cosas que podía recordar y otras tantas que solo visualizaba como neblina dentro de él, todo parecía tan extraño ahora...
Solo podía recordar haber corrido hacia Jimin para ayudarlo con la guerra, solo podía recordar su rostro lloroso, un par de labios besándole con pasión y la mirada de su padre rogándole que detuviera esta guerra.
Pero además de eso, dos ocasiones en las que fue sometido a circunstancias extrañas dentro de aquella nave con su progenitora observándolo con detenimiento.
Y el pelinegro de alguna forma sabía que de ahí radicaba el problema.
Ahora mismo, se encontraba sentado sobre una barda elaborada de cemento dentro de la celda, sus rodillas estaban dobladas hacia su pecho y sorbía su nariz de vez en cuando mientras las lágrimas continuaban su curso por su rostro.
No había dejado de llorar.
Su padre... su padre había muerto...
Y Dios, no podía sacarse de la mente todo lo sucedido... y sobre todo, su corazón y su mente no dejaba de preguntarle sobre el paradero de esa personita en particular...
Jimin...
¿Dónde estaba su Jimin?
Para ser honestos... quería ser abrazado por él.
Sería lo único que pudiera darle un motivo para seguir adelante... porque se sentía tan perdido...
Pero tal vez su amado no querría ni verlo.
¿Cómo puede ser tan tonto como pensar que Jimin iría a verlo después de todo el infierno que tuvo que pasar por su culpa?
Jungkook recargó su cabeza en la pared y apretó sus ojos con fuerza para que las lágrimas siguieran cayendo, su pecho dolía, su corazón dolía...
¿Cómo iba a poder sanar de todo esto?
No lo sabía... no tenía certeza de nada.
El pelinegro miró sus palmas con miedo para después cerrarlas formando un puño y morderse el labio con frustración y fue entonces cuando el sonido de unos pasos acercándose y unas llaves llamaron su atención.
Se levantó de su lugar y observó al guardia de seguridad abrir un enorme candado para después empujar la puerta de la celda y mirarlo con desinterés.
— Doctor Jeon, tiene visita.
El pelinegro ladeó su cabeza y limpió su rostro lleno de lágrimas mientras observó al guardia hacerse a un lado para dejar pasar a la persona que había solicitado verlo.
Y su corazón comenzó a bombear con velocidad.
Jimin.
— Estaré en la siguiente sección, alteza.— espetó el guardia observando las miradas de Jimin y Jungkook atentas una a la otra.— Si necesita algo, hágamelo saber.

ESTÁS LEYENDO
Gliese - Kookmin (+18)
FantasyEscapando de su hogar por culpa de una guerra, el príncipe Jimin y su gente llegan a un planeta completamente desconocido llamado Tierra. El pelirosa se promete a sí mismo no tener ningún tipo de relación con nadie en aquel lugar, sin embargo, el pr...