𝐾𝑎𝑜𝑟𝑢|| La última de las mujeres Uchiha, sin duda toda una princesa cuyo fuego no pueda dominar. A pesar de que quedo sola no deja de sonreír.
𝑆𝑎𝑠𝑢𝑘𝑒|| El último Uchiha de su clan, un chico con corazón de hielo. Tiene un objetivo y es ven...
KAORU UCHIHA TERMINABA DE SER ATENDIDA pero esperaba irse pronto. Ya que le gustaría ver el siguiente combate. El de Sasuke contra ese chico de la arena, Gaara del Desierto.
Una vez que terminaron de curar algunas heridas de la Uchiha, está salió hacia donde estaba su amigo Naruto y Shikamaru. Al llegar esperaba ver a Sasuke pero este no estaba por ningún lado. Miro a Naruto extrañada por su expresión.
Ya que Sasuke Uchiha no estaba por ningún lado. Naruto y Kaoru sabían que el aparecería, el Uchiha jamás se perdería esto.
─Espero que Sasuke llegué pronto o lo van a descalificar. ─dijo Kaoru con preocupación al no ver a Sasuke por ningún lado. ─Creo que fue mala idea que se fuera con Kakashi-sensei.
─Ya le pego su mala maña de llegar tarde... ─suspiro Naruto mientras recordaba la impuntualidad de su sensei. ─Demonios, Sasuke, llega pronto.
Esperaron unos minutos mientras Gaara de la Arena esperaba en la arena con los brazos cruzados a Sasuke Uchiha, quién era su contrincante en esta pelea.
Gaara solo había accedido a esperar por sus ansias a enfrentar se a el, quién lo intrigó desde que lo vio por primera vez.
El tiempo se terminaba para Sasuke Uchiha quién aún no aparecía e iban a considerar a Gaara ganador, hasta que en unos segundos el viento apareció de la nada moviendo las hojas que formaban un remolino. Al momento en que el viento desapareció y las hojas cayeron al suelo aparecieron. Sasuke Uchiha y Kakashi Hatake aparecieron.
─Lamento la demora. ─dijo el platinado sonriendo bajo la mascara. ─Tuvimos alguna complicación en el camino. Espero no a ver llegado tan tarde.
─¡Ya era hora que llegarás, Sasuke!. ─Naruto grito contento al ver a su compañero junto a su sensei. ─¡Te habías tardado!.
─Uhm. ─sonrió Sasuke a Naruto. Dio una leve mirada a Kaoru quien tenía unos cuantos raspones en el rostro. ─Eres un tonto. Jamás me perdería esto.
─Bien. ─dijo el ninja. ─Es hora de empezar.
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