Chained To You..♡..☆..●

El Gran Final

"Las estrellas desaparecieron, de mi campo de vista."

"La luna huyó cuando se encontró sola..

Dejándome solo a mi también"

"Quiero tener mi cabeza en tu regazo, mientras siento tus caricias en mi cabello."

"Pero entiendo que esto nunca pasará y me conformare de que seas feliz, alejado de mi."

"En el infierno no hay estrellas, no hay luz y no hay nada que brille, pero no importa por que pensare en ti como mi única estrella brillante y valiosa en todo este infierno, desolador y oscuro."

"Es lo que me merezco y la verdad no me importa."

"Pero si tan solo estuvieras conmigo, eso sería más que suficiente, pero Dios no me va a cumplir eso y solo me tengo que conformar con recordarte a cada instante y prometo nunca olvidarte, Amore Mio."

.......

¡TOM!

By Narradora.

Tom aún residía en esa cama de hospital, sin señal de querer despertar y eso mantenía histérica a Helen, la cual se deprimia cada día más por ver a su hijo en ese estado.

Y con solo un mes pudieron confirmar que el despertar de Tom vendría en un año o dos e inclusive mente tal vez no despertaría y eso era lo que más temían sus amigos y especialmente su madre.

Sin embargo en el interior de la mente de Tom, este se mantenía en una lucha, pues sentía que sus defensas de caían con el pasar de los días y tanto como su cuerpo se debilitaba también lo hacía su mente, la cual estaba cansada de tratar de despertar de lo que fuera que lo mantenía en una ensoñación.

-¿Puedo pasar haber a mi hijo?.- La voz de Helen salio quebrada, gracias a lo deprimida que esta estaba, y se podría confirmar no solo con su voz si no también con su mirada y su estado de salud, tenía unas ojeras terribles, sus ojos no tenían ese brillo singular que siempre irradiaba y su sonrisa ya no residía en sus labios, su cuerpo estaba cada vez más demacrado.

-Señora, sabe que las visitas son entre dos horas, aún no es el momento.- Respondió el doctor, con su respectiva amabilidad en cada palabra que pronunció.

Helen se estreso pues extrañaba a su hijo y lo único que la mantenía un poco estable era ver el rostro pálido de su querido Tom.

-Por favor solo serán unos momentos.- El doctor negó levemente.

-Tendrá que esperar un poco más,
Sea paciente ¿Ok?.

-¡No! Quiero ver a mi hijo en este instante.- Su voz salió firme y clara con la petición de querer ver a su hijo, pero eso no duró mucho tiempo gracias a las lágrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.

-Le pido que guarde la calma y se valla a su asiento
A separar pacientemente, cuando hayan pasado las dos horas le avisaré para que pueda pasar.- El doctor siempre mantuvo su tono amable, pues no era un reto el estar hablando con una persona impaciente, tenía suficiente resistencia y experiencia en este ámbito.

Helen suspiro derrotada y asintiendo, camino hacia las sillas de esperas y se sentó, sabiendo que aunque le insistiera de rodillas el doctor le iba a seguir negando la entrada a la habitación donde se encontraba su hijo.