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Harper:

Ya era tarde, así que decido ir a comer algo en la cafetería donde Samara está trabajando.

- Buenas tardes. Que gusto verlo nuevamente aquí

- Buenas tardes -le sonrió con amabilidad- Bueno. Cómo no dejar de venir a esta encantadora cafetería

- Que halagador, muchas gracias. Entonces supongo que será nuestro cliente frecuente -ambos reímos- ¿Qué le gustaría ordenar?

- Un café negro

-¿Algún postre?

- No soy mucho de postres

- ¿En serio? -lo mira algo seria- ¿Por lo menos un pan?. Tenemos panes sin azúcar

- No. En serio -muestro una ligera sonrisa

- De acuerdo. Entonces solo un café negro. Ahorita le entrego su café

En eso recuerdo cuando Samara me dió a probar un pedazo de pastel. Estaba realmente delicioso.

- Amm. Disculpe, señorita Liz

- ¿Sí?

- Si me gustaría un postre -digo apenado

- Por supuesto -su voz suena emocionada- ¿Qué prefiere?

- Un pastel, por favor

- Tenemos de chocolate, queso con zarzamora, duraznos con crema y de moka -se recarga en la silla- Tenemos de esos sabores, también tenemos otros, pero los cambiamos cuando uno se termina

- Vaya. Si que tienen variedad aquí -sonrio- No recuerdo el nombré del pastel, pero era de color blanco, tenía crema batida y la parte de la masa era algo dura

- Ohh. No fue un pastel, fue un pay de seguro -me sonrie con dulzura como si fuera un niño- Debió ser el de limón. Ahorita se lo entrego

Le agradezco y ella se retira. Alguien entra y una sonrisa se forma en el rostro de la dulce mujer.

- Maa -dice el hijo menor, corriendo hacia ella

- Hola, cariño -lo abraza y lo besa de las mejillas - ¿Dónde están los muchachos?

- Están en el auto

Entra un joven atractivo, alto, un poco más alto que ella.

- Hola, ma -la saluda de beso

- Hola, cielo. ¿Y Samara?

Casi escupo el café al escuchar su nombre. Pero intento actuar con normalidad.

- Aún sigue en el auto. Está en una llamada con Jenna

- De acuerdo. Espero que no le hayan dado lata. En especial tú -toca la cabeza de su hijo el más chico y le alborota su cabello

Samara entra y saluda a Elizabeth. Al parecer no se ha percatado de mi existencia.

Noto mucho su acercamiento con el chico como él hacía ella.

¿Acaso será su pareja?. No lo creó. Ella lo ubiera mencionado; pero están demasiado pesados y muy... Felices. En especial ella.

Una irá se apodera de mí. Mi respiración se vuelve caliente, como si de humo estuviera sacando; mi corazón de acelera pero no palpita.

Tengo que calmarme. No hay nada y jamás sucederá algo con la señorita Samara.

En eso su mirada se fija hacia mi.

Samara:

Carajo. Tranquila, tú relájate, solo actúa con naturalidad. Olvida lo que paso, solo fue un..."accidente"

- Hola profesor. No pensé verlo nuevamente aquí -expreso una ligera sonrisa

- Hola... -su respuesta es algo cortante y su mirada es fría- Ahora veo porque falto señorita

- Fue algo de último momento. Inesperado

- Por lo visto, se ve que no es algo que en verdad preocupante

Alzo la mirada, estoy sorprendida ante su comentario. ¿Qué le pasa últimamente?. ¿Un día es amable y al otro un gruñón?.

- No hay nada de malo el faltar un día a clases por algo urgente -me pongo firme- Lo cual, si lo es. Para ser honesta

- Si se nota que fue por algo urgente -su mirada es dirigida hacia Anthony

- ¿Insinúa algo, profesor? -me cruzo de brazos

- Por supuesto que no pero, si usted lo ve así...

- También, por supuesto, que le hace falta cordura y conciencia para ser un profesor que parte psicología, además de un hombre de "buenos" modales

- Y me lo dice una adolescente y alumna problemática. Que por lo que he escuchado, hizo un alboroto para conseguir que todos la notarán

No puedo creer lo que acabo de escuchar, me partió el corazón. Tenía ganas de llorar de casi hacer un drama en la cafetería, pero no me rebajo a ese nivel.

- Increíble, y yo que estaba pensado bien sobre usted, pero me equivoqué. No sé cómo me pude fijar en alguien como usted-molesta a punto de irme. Me detengo un momento- Y para que lo sepa. La razón por la cual falte, fue porque Liz me pidió de favor que fuera por sus hijos a la casa de su ex esposo. Ella está pasando por un mal momento ahora, y la única persona a la que tiene cerca y confía, es a mí. Pero dudo que es algo que usted comprenda. Provecho

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Desde aquella charla con el profesor, mantuve mi distancia con él. Cada vez que llego al salón o me lo encuentro en algunos de los pasillos de la escuela, o en los salones, no lo miro.

También ha ido y venido a la cafetería. Me refiero a ambos porque son los días en lo que descansó y no me encuentro trabajando; Elizabeth es quien me dice. Y cuando estoy en la cafetería, me ha llegado a atenderlo, pero lo trato como un cliente más.

Al parecer a preguntado por mí. Ya que Emma me lo dió a saber. Dice que los días que él a ido a la biblioteca por libros o para charlar con ella, pregunta por mí.
He escuchado hablar cosas malas sobre mí, viniendo de otras personas, pero él de alguna forma logro lastimarme. No sé si sea porque ya lo estaba perdonando, o porque le di otra oportunidad de conocerlo o,... Porque estaba empezando a sentir algo por él.

Aaghh. No tengo idea, y la verdad prefiero dejarme de preocupar y pensar por cosas que ya no valen la pena. Así que seguiré con mi vida, enfocarme, como ya lo tenía desde un inicio. En la escuela, sacar buenas calificaciones, no reprobar ninguna materia

𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora