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Ambos dirigimos la mirada hacia Emma y Harper, ya que escuchamos que alguien había dicho mi nombre.

— Hola —salude a ambos entusiasmada

Cuando vi a Harper, estaba a punto de brincar encima de él, pero en eso tomé conciencia de que Grey estaba con nosotros. Así que tuve que contener mis impulsos y seguí sentada en mi lugar.

— ¿Usted debe ser la señorita Emma? —se levanta Grey a saludar a Emma. Quien deja caer sus carpetas y folders.

— Oh, disculpa —entre los tres se ponen a recoger el papeleo— Lo siento tanto. Que pena

Reí un poco ya que me pareció divertida la escena. Parecía como esas series de adolescentes, dónde la protagonista tira torpemente sus cosas y el chico atractivo y "casualmente" popular le ayuda a recogerlas.

— Tranquila. No tiene que disculparse —pone uno de los folders que había recogido en la mesa y al verme me sonríe

Note un disgusto en Harper.

¿Se habrá puesto celoso?.

— Oh. Una disculpa —se dirige a Harper— Grey. Un gusto — le extiende la mano para saludarlo y Harper lo recibe

— Harper —sonrie de lado

— Espero que no le haya molestado el que entraramos

— Claro que no —contesta Emma— Nuevamente le ofrezco una disculpa, por haberlo hecho esperar

Deja lo que tenía en mano en la mesa, al igual que Harper. En lo que ellos estaban conversando, yo seguía estudiando; encendí mis audífonos inalámbricos y los conecte a mi celular para escuchar música y concentrarme.

Me sobresalté cuando sentí una mano tocar mi pierna izquierda; era Harper, quien me hizo una seña de que no quitará mi vista de mis apuntes. Inmediatamente capté el mensaje; así que seguí estudiando mientras él seguía manteniendo su mano en mi pierna.

Vi de reojo cuando Emma y Grey salieron de la biblioteca; al parecer Emma le va a mostrar la escuela.

Su mano comienza a subir a mi entrepierna, acariciándola; dejó que prosiga ya que me sentía un poco estresada por los exámenes y esto se sentía satisfactorio y relajante. Se recarga en mi hombro, raspando su barba, eso me provocó un cosquilleo; al darse cuanta de mi reacción lo continúa haciendo.

— Ya basta —reclamo con una risa en mis labios— ¡No!

— No. Hasta que dejes de ignorarme

— N- No te... No te estoy ignorando —sigo riéndome — En verdad, ya

— Me di cuenta como tratabas de provocarme

— Eso... era en venganza de la mordida —trato de quitarmelo de encima, pero él me abraza — ¡Ay, no! —algunas lagrimas comenzaron a salir.

Después de un rato así, Harper me dejó en paz. Me limpie mis ojos ya que se me había derramado un poco de mi maquillaje. Veo la hora y ya era hora de irme.

— ¿Ya te vas? —pregunta Harper desanimado.

— Si —confirmo y prosigo— Tengo que ir a trabajar.

— Déjame llevarte —se levanta.

— No, me voy a pie.

— Sam. Déjame llevarte —trata de convencerme. Se acerca a mí y me planta un beso en mis labios.

— No —lo separé— Y ya te había dicho que nada de afecto aquí, no desde la última vez.

— ¿Te refieres a cuándo de entero Emma?.

— Exacto. Y no fingas —me separó de él y miró hacia la puerta para saber si no viene nadie. En especial Emma y Grey.

— Van a tardar en venir —menciona— No te preocupes por ello —le sonrió de lado.

— La respuesta seguirá siendo no —continuo— Además, sabes que no puedes dejarme muchas veces al trabajo.

— ¿Qué tiene de malo?.

— Que Liz y Anthy no saben nada. Así que también hay que ser precavidos —tomo mi mochila y me la cuelgo — Que algo me dice que Liz, ya está sospechando.

— Bien —gruñe y se cruza de brazos

— Así sirve que convives con el nuevo profesor. Note tu desconformidad —Harper se ríe

— Solo con que no se meta con lo mío, estoy conformé






𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora