𝐋𝐀 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐈𝐎́𝐍

19

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Una fuerte luz pego en mi rostro, despertándome. No había cerrado bien las cortinas, haciendo que la luz del sol entrará por una pequeña abertura entre las cortinas.

Me quejé.

Me levanté de mi cama para cerrar bien la cortina y volver a retomar mi hora de descanso, pero; sin embargo, mi descanso es interrumpido por una llamada.

— ¡Aggh!. Carajo —doy un golpe a mi almohada— Solo pido dormír un rato más

Tomo mi celular. Un número desconocido.

Aún con la vista algo borrosa y la garganta seca, contesto la llamada.

— ¿Hola?

— Buenos días, señorita Samara

— Oh. Qué tal, señor Grey —carraspeo la garganta— Perdón... Grey. Se me salió

El ríe

— Podría verme algo grande, pero no está nada mal el señor Grey —su voz suena seductora— Me agrada

Proceso a reírme de la vergüenza, junto con un leve sonrojo.

— Puede que la pregunta suene duro o seco pero... ¿A qué se debe su llamada?

— La llamé para hablar sobre la organización referente al baile

— Ah, sí —bostezo— Pero, me hubiera llamado un poco más tarde. Aún es temprano

— Samara. Son las 10:30 de la mañana

— ¿Qué? —abro los ojos de golpe

Veo la hora en mi reloj de pared, y efectivamente eran las 10:30 de la mañana.

Mierda. Dormí un poco más de lo habitual

— No puede ser —del otro lado del celular pude escuchar su risa— No se burle. Casi no pude descansar por los días de exámenes

— Así que le interrumpí su invernacion

Contesto con una risa sarcástica

— Que gracioso —sonrio

— Vayamos a desayunar —no contesto— Yo invito

— No es necesario —me levanto de mi cama— Aquí tengo para hacerme de desayunar

— No es una pregunta. Es una invitación de mi parte, señorita Samara

— Pero... —me interrumpe

— Así sirve que también nos organicemos. En una hora llego a su casa

Él termina la llamada, dejándome con la palabra en la boca.

— Oh mierda

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Ya estaba lista. Faltaban 10 minutos para que Grey llegará, pero dudo que llegue en la hora exacta.

A pesar de haberme dormido más de lo habitual, aún seguía con algo de sueño. Me levanto del sofá para servirme un café por lo mientras.

Reviso mi celular para ver los mensajes de ayer, unos eran de Jenna y otros de Harper. Veo primero los de Jenna.

Te ví con un hombre, y no era Harper. Así que no me mientas

¿Quién es?. Es atractivo, diría que demasiado atractivo

Ay, está chica parece espía

Le contesto los mensajes y después me metro a la conversación de Harper.

Eran demasiados mensajes, y unos eran de hoy.

Ayer

Te fuiste sin despedirte, señorita Samara. A pesar de haberme dejado una nota y el desayuno, hizo falta otro detalle en la cama.

Ten un lindo día cariño ♡

Ví que te fuiste con uno de los vestidos y también que ya no tienes ropa aquí. Así que iré de compras para que tengas más que ponerte.

Te veré después, señorita Samara

También había otros mensajes. Aquellos me los mando en la noche, justo cuando había llegado a la casa. Qué coincidencia.

Me había deseaba una buena noche, y los de hoy me daba los buenos días. Le respondí también deseándole un buen día y comentándole que me acababa de despertar.

Justo cuando le mandé los mensajes, él los leyó; estaba escribiendo.

¿Saldrás el día de hoy?

No puedo decirle que saldré con Grey, no es que no quiero ocultarlo y no está pasando nada entre Grey y yo, pero noté que a Harper le molesta. Se pone celoso. Lo pude notar en su comportamiento de ayer en la noche, cuando Grey y yo estábamos hablando por llamada.

Le dije saldría a verme con Anthony para organizarnos para el baile y de ahí nos iríamos a desayunar o almorzar, ya por la hora. Pero que iría a verlo en la noche

De acuerdo, cariño.

También saldré por unos negocios familiares. Mi padre quiere que lo ayude.

Te veo en la noche

Tocan el timbre. Abro la puerta y era Grey. Me recibe con una sonrisa

— Buenos días, señorita Samara